Jorge Luis Borges
En 1983, un periodista de La Nación pide a Borges su opinión sobre la Guerra de Malvinas.
"Absurda", define Borges. "Estoy triste, muy triste. Mandaron a esos pobres muchachos de veinte años a morir al sur. Tener veinte años y pelear contra soldados veteranos es algo atroz, inconcebible. Solamente en el crucero General Belgrano murieron cientos. Claro que los militares dirán que al lado de los desaparecidos esa cifra no es nada, pero no creo que les convenga ese argumento. No, no les va a convenir..."
El 10 de marzo de 1978, en la Feria del Libro, Borges se cruza con un escritor al que quiere y respeta: Manuel Mujica Lainez.
Se abrazan e inician una conversación que es interrumpida una y otra vez por los cazadores compulsivos de firmas. "A veces", se queja Borges, "pienso que cuando me muera mis libros más cotizados serán aquellos que no lleven mi autógrafo."
En 1975, a los 99 años, muere Leonor Acevedo de Borges, madre del escritor. En el velorio, una mujer da el pésame a Borges y comenta: "Peeero... pobre Leonorcita, morirse tan poquito antes de cumplir los 100 años. Si hubiera esperado un poquito más...".
Borges le dice: "Veo, señora, que es usted devota del sistema decimal".
Borges y un escritor joven debatiendo sobre literatura y otros temas. El escritor joven le dice: "Y bueno, en política no vamos a estar de acuerdo, maestro, porque yo soy peronista". Borges contestò: "Cómo que no? Yo tambièn soy ciego".
Parte de una entrevista Borges Sábato, a instancias del periodista Orlando Barone.
Sábato: La noticia cotidiana, en general, se la lleva el viento. Lo más nuevo que hay es el diario, y lo más viejo, al día siguiente.
Borges: Claro. Nadie piensa que deba recordarse lo que está escrito en un diario. Un diario, digo, se escribe para el olvido, deliberadamente para el olvido.
Por eso yo jamás he leído un diario, siguiendo el consejo de Emerson.
A principios de la década de los setenta, el escritor y psicoanalista Germán García invita a la Argentina a Daniel Sibony, matemático y psicoanalista francés. Sibony quiere conocer a Borges.
Al encontrarse, el francés le pregunta en qué idioma desea hablar.
"Hablemos en francés", propone Borges, y justifica: "Dicen que la lengua francesa es tan perfecta que no necesita escritores. A la inversa, dicen que el castellano es una lengua que se desespera de su propia debilidad y necesita producir cada tanto un Góngora, un Quevedo, un Cervantes".
Una revista de actualidad reúne a Borges con el director técnico César Luis Menotti. "Qué raro, ¿no? Un hombre inteligente y se empeña en hablar de fútbol todo el tiempo", comenta Borges más tarde.
El poeta Eduardo González Lanuza, uno de los introductores del ultraísmo en la Argentina y gran amigo de Borges, descubre a éste en Florida y Corrientes, solo, con su bastón,
esperando para poder cruzar. Lo toca y le dice: "Borges, soy González Lanuza".
El vuelve la cabeza y, después de unos segundos, contesta: "Es probable".
En Maipú y Tucumán, un grupo de adictos a Isabel Perón descubre a Borges y lo sigue unos metros, insultándolo. Al ingresar en su casa, un periodista le pregunta cómo se siente.
"Medio desorientado - manifiesta -. Se me acercó una mujer vociferando:
¡Inculto! ¡Ignorante! "
Un joven poeta se acerca a Borges en la calle. Deja en manos del escritor su primer libro.
Borges agradece y le pregunta cuál es el título. "Con la patria adentro", responde el joven
-"Pero qué incomodidad, amigo, qué incomodidad".
En una entrevista, sobre la televisión, dice: "Antes se soñaba más, ahora, con tanta televisión... Lo que sucede es que cuando ocurre algo se lo anuncia inmediatamente y no se da tiempo a que se cree una leyenda al respecto.
Yo, por ejemplo, alcancé a ver por televisión la llegada del hombre a la Luna. Esa inmediatez ayudó a que se formara parte de la noticia del día y se olvidara después con tantos nuevos Apolo.
En cambio, hubiese sido distinto si se anunciara que el hombre había llegado a la Luna y después cada uno soñara cómo había ocurrido.
Sin embargo, nos acosan con tantas noticias."
El escritor argentino Héctor Bianciotti recuerda una de las tantas salidas elegantes de Borges, cuando le incomodaban los halagos de la gente: Ocurre en París, en un estudio de televisión.
-"¿Usted se da cuenta de que es uno de los grandes escritores del siglo?", lo interrogan.
-"Es que este", evalúa Borges, "ha sido un siglo muy mediocre".
Una mañana de octubre de 1967, Borges está al frente de su clase de literatura inglesa.
Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje . Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. Clima tenso. El estudiante insiste: "Tiene que ser ahora y usted se va". Borges no se resigna y grita: "No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio". El estudiante amenaza con cortar la luz. "He tomado la precaución",
retruca Borges, "de ser ciego esperando este momento".
Sobre la situación de la literatura argentina, Córdoba Iturburu, que la presidía, inquirió a los gritos: "¿Y qué vamos a hacer por nuestros jóvenes poetas?" Desde el fondo llegó otro grito, éste de Borges: "¡Disuadirlos!"
En la pausa de un acto cultural, el novelista Oscar Hermes Villordo acompañó a Borges al baño, situado en un primer piso al que se llegaba por una empinada escalera de madera. Cuando volvían, Villordo notó que Borges descendía los escalones demasiado rápido y, temiendo lo peor, le preguntó:"¿No deberíamos ir más despacio?" "Pero no soy yo - aclaró Borges -, es Newton."
Borges charla con Antonio Carrizo, en un bar. Por la radio del local se anuncia un tango con letra de León Benarós, amigo de Borges. El locutor propone escucharlo y el escritor acepta.
Cuando el tango termina, Carrizo le pregunta qué le pareció. Borges mueve la cabeza y dictamina, muy preocupado: "Esto le pasa a Benarós por juntarse con peronistas".
Con respecto a los reportajes, opinaba: "Generalmente siempre son las mismas preguntas. La primera es si soy argentino. Les digo que sí, que al fin y al cabo no es tan raro ser argentino, puesto que estamos en Buenos Aires y en esa ciudad habrá seis o siete millones de argentinos y que en el país habrá 20 o 25 millones.
Raro sería ser argentino en Groenlandia o en Pakistán. Otra pregunta repetida es si todo lo que escribo lo hago primero en inglés y luego lo traduzco al español . Yo les digo que sí, que, por ejemplo, los versos: "Siempre el coraje es mejor,/ nunca la esperanza es vana,/ vaya pues esta milonga,/ para Jacinto Chiclana" se ve en seguida que han sido pensados en inglés; se notan, inclusive, las vacilaciones del traductor.
Pensemos que si escribir es difícil, mucho más difícil es escribir primero en un idioma extranjero y luego traducirlo. No creo que nadie haga eso. Creo que yo sería en la historia de la literatura el primer caso si procediera de una manera tan tortuosa. "Otra pregunta es: "¿Cuál ha sido el momento más importante de su vida? Son preguntas que no tienen contestación, porque los momentos más importantes... uno generalmente se da cuenta de cuáles son mucho tiempo después (si es que se da cuenta). Además, ¿qué quiere decir más importante? ¿Más importante emocionalmente? ¿Intelectualmente?"
Roma, 1981. Conferencia de prensa en un hotel de la Via Veneto.
Además de periodistas, están presentes Bernardo Bertolucci y Franco María Ricci. Borges, inspirado, destila ingenio. Llega la última pregunta. "¿A qué atribuye que todavía no le hayan otorgado el Premio Nobel de Literatura?"
-"A la sabiduría sueca".
En una entrevista, en Roma, un periodista trataba de poner en aprietos a Jorge Luis Borges. Como no lo lograba, finalmente probó con algo que le pareció más provocativo: "¿En su país todavía hay caníbales?"
-"Ya no - contestó aquél -, nos los comimos a todos."
En plena Guerra de las Malvinas, opinó que "la Argentina e Inglaterra parecen dos pelados peleándose por un peine" y que "las islas habría que regalárselas a Bolivia para que tenga salida al mar".
Durante la dictadura militar alguien le comenta a Borges que el general Galtieri, presidente de la República en ese momento, ha confesado que una de sus mayores ambiciones es seguir el camino de Perón y parecerse a él.
"¡Caramba! -interrumpe Borges- es imposible imaginarse una aspiración más modesta".
Borges firma ejemplares en una librería del Centro. Un joven se acerca con Ficciones y le dice: "Maestro, usted es inmortal".
Borges le contesta: "Vamos, hombre. No hay por qué ser tan pesimista".
En 1983 Borges fue invitado a visitar la escuela normal Mariano Acosta, que cumplía 109 años. Los alumnos le preguntaron sobre su obra durante una hora y media y, cuando se fue, formaron una doble fila de más de cien metros. Borges caminaba por el medio y los alumnos lo vivaban y lo aplaudían con entusiasmo. Antes de que se fuera, le leyeron una décima anónima de un payador desconocido. Claro que todos sabían que el payador desconocido era Elías Carpena, que con sus ochenta y cinco años, resucita el viejo oficio de los gauchos.
La décima decia asi: "De inspiración celestial / los buenos versos que forjes / glorien a Jorge Luis Borges, un escritor de verdad, / que hoy en la escuela normal su presencia requerida / le va dando feliz vida / literaria al alumnado, / que en gozo manifestado, / celebra su bienvenida."
Cuando acabó la décima, Borges le palmeó el hombro al apayador y le dijo. "Discúlpeme, Carpena, que me hayan traído en auto, yo, la verdad, quería venir montado en un overo rosao."
Mariángeles Fernández: -Usted tiene muchos lectores que lo siguen a través de los diarios.
"Entonces no son lectores míos, son lectores de lo que me hacen decir los periodistas, que son muy inventivos; son más inventivos que yo, ciertamente. Sobre todo me inventan toda clase de epigramas y de ocurrencias que no se me han ocurrido a mí, sino a ellos, me los regalan y yo me los atribuyo generosamente…"
...-¿Últimamente usted ha cambiado su idea de la democracia, no?
"Sí, actualmente descreo de ella. Descreo de ella porque usted ve que la democracia elige a tiranos, o elige a demagogos. Sin duda Hitler... contaba con la mayoría de su país. Aquí la democracia nos dio dos veces a Perón. En Estados Unidos la democracia ha producido un muy mediocre como este Carter. Por ejemplo, yo creo que soy indigno de votar, o sea, que no entiendo de política. Permitir que yo vote es un error, y también es un error permitir que un analfabeto vote, o que vote yo, que soy un mero escritor."
… "Yo soy un hombre ético, pero no sé si sabría elegir un buen candidato. Mas, ya la idea de un candidato, de una persona que se dedica a la política, me es antipática. Porque, después de todo ¿qué es un político? Una persona que se dedica a prometer, a sobornar, a sonreír, a hacerse retratar, a ser popular. Es una especie de impostor, es un personaje histriónico."
…Usted dijo hace poco tiempo que se consideraba anarquista...
"En el sentido terrorista, no, sino en el sentido de Spencer: el individuo contra el Estado. Creo que el individuo existe y los Estados son convenciones, como los países son convenciones también y la humanidad también es una convención, porque es una organización demasiado vasta. ¿Qué piensa usted de la humanidad? Bueno ¿qué pienso yo de muchos millones de personas cada uno bastante distinto del otro...?"
En 1977 Borges escribió un cuento para La Nación: "24 de agosto de 1983", donde el propio Borges se soñaba a sí mismo suicidándose en esa preciso fecha, el día en que cumplía 84 años. A medida que se acercaba la fecha de su cumpleaños, apareció mucha gente preocupada por el posible traslado de la ficción a la realidad. Borges entonces comentó:"¿Qué hago? ¿Me comporto como un caballero y convierto en realidad esa ficción para no defraudar a esa gente? ¿O me hago el distraído y dejo pasar las cosas?
"He tomado mucho mate cuando era joven. Tomar mate, para mi, era la forma de sentirme criollo viejo. Me lo cebaba yo mismo y creo que lo hacía muy mal porque siempre había flotando unos palitos sospechosos. Tenía dos mates, uno común, y otro de los que se llaman galleta. Y ahora, caramba, he perdido el hábito. "
"En el Cairo uno entra en una tienda y le ofrecen, inmediatamente, café, vino, frutas... Luego le dicen: 'Bienvenido a Egipto'. Después cuando uno pregunta el precio de algo, con toda cortesia le advierten. '¡No, señor! ¡Es un regalo!' Pero se sobreentiende que esto es una convención y que no es un regalo que se deba aceptar. En seguida viene el regateo, que puede durar media hora o tres cuartos de hora. Uno ofrece cinco y ellos piden veinticinco y todo eso para que, finalmente, el precio quede en diez. Y es una maravilla porque si uno no compra nada, igual son muy corteses."
"Ellos no han descubierto el mate, pero igual han encontrado una manera, casi más simpática, de perder el tiempo."
"Yo me acuerdo que hace años, cuando todavía existían los bares automáticos, ibamos con Xul Solar a uno que quedaba en Córdoba y Callao. A Xul le gustaba experimentar y como era un inventor nato, y habíá inventado cosas espléndidas, trataba de hallar combinaciones posibles entre los alimentos. Asi, llegó a mezclar café negro con salsa de tomate (verdaderamente repugnante) o sardinas con chocolate (atroz). Probábamos juntos esas mezclas y él mismo comprendía que eran incompatibles los elementos mezclados. Yo creo que las buenas combinaciones ya fueron inventadas y que nada podrá superar al café con leche (su inventor debe haber sido un ser excepcional) que es riquisimo y que es la combinación por excelencia"
La Real Academia
Los individuos de la Real Academia quieren imponer a este continente sus incapacidades fonéticas: nos aconsejan el empleo de formas rústicas: neuma, sicología, síquico. Ultimamente se les ha ocurrido escribir vikingo por viking. Sospecho que muy pronto oiremos hablar de la obra de Kiplingo.
Desde que empezó a quedarse ciego, dejaron de gustarle los disfraces. Lo confundían aún más y lo enojaban. Cuenta su gran amiga Silvina Ocampo que una tarde, en casa de Victoria, ella y Nora Langhe, disfrazadas las dos, sorprendieron a Georgie paseando por los jardines, y lo asustaron. Borges se molestó, refunfuñó algo en voz baja, y siguió caminando solo hasta que se chocó con un árbol, y allí, palpando la corteza con sus manos, le dijo con la cara contra el tronco:
–¿Vos también te disfrazaste?
Amó tanto Buenos Aires, que reconoció haber ido por el mundo diciéndole a todo el mundo que Buenos Aires era una ciudad horrible.
"Temí que se llenara de turistas. La quería sólo para mi."
Ésta la contaba Marco Denevi: “un amigo mío conducía del brazo por la calle a un Borges ya ciego, y a su pedido, le lee lo que dice un afiche con consignas nacionalistas:
“Dios, familia y propiedad”. Borges entonces murmura: “Caramba, que tres incomodidades”.
Y como el mundo del fútbol le era ajeno por inasible, él abolió el fútbol de su mundo. Sin embargo, aún así, se confesaba hincha de San Lorenzo de Almagro. Tan sorprendente adhesión de su parte, la había tomado en aquella misma biblioteca del barrio de Almagro, ya casi Boedo.
“Cierta vez me preguntaron a mí qué cuadro prefería, y yo pensé que se referían a telas o a óleos,y les expliqué que como no veía bien, la pintura no me interesaba demasiado. Pero parece que no: se referían al cuadro de fútbol. Entonces yo les dije que no sabía absolutamente nada de fútbol, y ellos me dijeron que ya que estábamos en ese barrio de Boedo y San Juan, yo tenía que decir que era de San Lorenzo de Almagro. Yo aprendí de memoria esa contestación, siempre decía que era de San Lorenzo, para no ofender a mis compañeros. Pero pronto noté que San Lorenzo de Almagro, casi nunca ganaba. Entonces yo hablé con ellos, y me dijeron que no, que el hecho de ganar o perder era secundario –en lo que tenían razón.-, pero que San Lorenzo era el cuadro más científico de todos. Eso me dijeron, sí… Se ve que no sabían ganar, pero lo hacían metódicamente”.
Su buen amigo de juventud -cofundador con él del “ultraísmo argentino”-, Guillermo de Torre, con los años, se convirtió en su cuñado. Luego el tiempo los fue distanciando, y la relación entre los dos se enfrió cada vez más. Después de Torre quedó sordo. Desde entonces, cuando le preguntaban a Borges cómo se llevaba con su cuñado, él enseguida respondía: “muy bien: yo no lo veo y él no me oye”.
"Borges y Perón, un solo corazón!" La proclama no está tomada de una novela de ciencia-ficción. Se escuchó en plena calle Florida, cuando Jorge Luis Borges y Roberto Alifano, por entonces su secretario, se toparon con una manifestación de estudiantes peronistas. "No parecen hostiles", le comentó a Alifano jocosamente el escritor, que no salía de su asombro.
"Resulta curioso, pero me suele ocurrir cuando tomo un taxi en Buenos Aires: el taxista se vuelve y me dice: "¿Es usted, casualmente, Borges?" Yo le respondo: "No sé si casualmente, pero soy Borges". Me aprieta la mano y no quiere cobrarme el trayecto. Estas personas ven en mí algo que no pueden alcanzar: la literatura".
En charla con Abel Posse.
Borges: "Qué raro que yo que soy uno de los pocos que escribió sobre Escandinavia, me sienta rechazado por ella. Me interesó esa región desde que mi padre me regaló una versión inglesa de las Volksunga Saga. Me gustó tanto que después le pedí una Mitología Escandinava. Usted mismo me trajo de un viaje a Islandia la Saga de Grete, en idioma original, cuando yo estudiaba islandés antiguo...."
"Pero fíjese que yo sabía que me jugaba el Premio Nobel cuando fui a Chile y el presidente ¿cómo se llama?"
Posse: Pinochet.
Borges: "Sí, Pinochet, me entregó la condecoración. Yo quiero mucho a Chile y entendí que me condecoraba la Nación chilena, mis lectores chilenos, no los generales".
En una de las entrevistas en España, Borges le pide a Peicovich que lo acompañe al baño. Peicovich no apaga el grabador. Mientras Borges está en el baño, pregunta:-Dígame Peicovich, ¿usted sabe algo de John Birch?
Y yo, seducido, tratando de no mostrar una grieta ante el padre eterno, hago "la gran argentina”. Respondo:
-Algo he visto por ahí, pero todavía no lo leí… Creo que es alguien que… ¿qué escribió?
-No, m´hijo. John Birch es como le dicen los ingleses a la pija. Y Lady Jane a la concha. Mi carcajada se escuchó en Portugal."
En un café de Buenos Aires, Estela Canto, ex pareja de Borges y poseedora del manuscrito de "El Aleph" (cuento que,además,le está dedicado), le confiesa al escritor que piensa vender ese original. Borges no se opone. "Pero voy a esperar a que te mueras -agrega ella- para que valga más."
Herido, Borges responde con una frase ambigua:
"Si yo fuera un caballero, en este momento iría al baño y se escucharía un tiro."
Un día un joven periodista uruguayo le preguntó a Borges la razón de su amor incondicional a la Banda Oriental y él le comentó que su padre, desde muy pequeño, le había dicho que el lugar de nacimiento de un hombre era no sólo donde éste nacía, sino donde había sido concebido. Borges fue engendrado en el departamento de Paysandú, en Uruguay. "Desde ese punto de vista puedo considerarme oriental", comentó.
María Kodama, cuenta, por ejemplo, que Borges escuchaba a Pink Floyd, a los Beatles y a los Stones. Más aún, aborrecía a Beethoven, y a Gardel no le perdonaba haber convertido el tango en algo llorón y sentimental. No es exclusiva de él esa afirmación con respecto a Gardel y al tango, pero es el primer argentino famoso que pudo decirlo sin que le caigan los fanáticos del gardelismo.
Eso sí, aclaró que a Borges le gustaban Brahms, Bach, la música antigua, medieval, la música folclórica, la milonga y los tangos de la "guardia vieja" como los llamaba, porque eran como milongas: tenían letras divertidas, en doble sentido.
Se consideraba un sordo musical que tenía sólo oído para la música de la palabra.
Boreges tenía pasión por la comida japonesa y dejó de tomar vino cuando un amigo de su padre vaticinó que se volvería un "borracho perdido".
Harold Macoco Salomón, un nonagenario artista plástico amigo de Borges, cuenta desde un geriátrico:
"Yo y otros intelectuales decidimos enfrentarnos a unos cuchilleros de Boedo. El partido de fútbol, deporte por el cual Borges era un apasionado, recuerda Salomón, sería jugado en 2 tiempos de 40 minutos. “Y Georgie menudito como era, tenía un despliegue como N° 8, que impresionaba. Con una gran actuación de nuestro arquero, Bustos Domec, el primer tiempo concluyó sin que se abriera el marcador”, rememora Salomón. Ese día “Bustos Domec; Arlt, Echeverría y Carriego; el Georgie, Petit de Murat, Güiraldes y Quiroga; Xul Solar, Bioy Casares y el joven Cortázar”, fuimos quienes salimos a la cancha de Palermo. Sábato quedó en El Túnel, rememora babeándose.
En un córner, en nuestra área, el Georgie saltó a cabecear, pero perdió el equilibrio al ser empujado y antes de caer al suelo su frente se topó con la rodilla de El Flequillo Soraire, un fornido moreno, que jugaba de wing izquierdo de los cuchilleros.
El golpe fue tremendo. Borges cayó al césped fulminado. No se movía. Petit de Murat, Bioy, Carriego, Horacio Quiroga y yo corrimos de inmediato a su lado. Roberto Arlt, Güiraldes y Bustos Domec aún no salían de su asombro. Soraire y su trouppe maloliente se reían de lo que a ellos les parecía "una mariconeada”. "Estos escritores cajetillas ya se cagaron" refunfuñó, presuntuoso.
“Lo cargamos en el auto de Bioy. Pasamos por el Hospital de Clínicas y lo revisó el Dr. Click Here, un neurólogo de vasta experiencia. La frente, los arcos superciliares y la nariz eran de color morado negro. La inflamación, sin exagerarle, era impresionante. Cuando "el Georgie" volvió en sí afirmaba que veía mal, borroso. Nos preguntó si le habíamos visto el número de matrícula al auto que lo había atropellado. Xul Solar lo calmó.
"El galeno tomó del brazo a Bioy Casares y comenzó a caminar por un pasillo del Hospital y le dijo: “el muchacho nunca más verá bien. Por los signos y los síntomas que presenta se le desprendieron ambas retinas producto del golpe y con el tiempo quedará ciego”.
No existió más el fútbol, ni su amado Newell´s Old Boys -me acota Salomón que sólo un equipo con un nombre inglés podría haber subyugado a Borges- y después, cuando se fue haciendo viejo hasta se refería irónicamente a este deporte. Pobre el "Georgie". "Doña Leonor, su madre, le leía libros de Literatura escandinava en la semipenumbra durante horas y horas.
A su muerte no le quedó otra opción para vivir, que aprender a escribir. Sus amigos nunca lo quisimos contrariar en nada a partir de entonces. Con decirle mi amigo que hasta el fin de sus días el Georgie en la intimidad la llamaba “mi uruguayita” a la Kodama, porque nosotros siempre le dijimos que María era oriental.
Menos mal que ya no veía nada. Si hubiera encontrado a su lado a una flaca, amarilla, de ojos rasgados y feíta, para colmo, mi amigo "el Georgie" no lo hubiera soportado. Lo habría salido a buscar al cuchillero Soraire para hacerse patear la cabeza”, terminó su relato Harold Macoco Salomón.
Una tarde, cuenta Alifano, una mujer lo detuvo mientras cruzaba una calle para preguntarle si él era Borges, a lo que el escritor contestó: "Sí, pero si no nos movemos, dejaré de serlo".
En una entrevisa le preguntan: ¿Qué idea tiene de la fama?
"Es incómoda, por eso yo admiro tanto a Ginebra, cada vez que voy a Europa paso por Ginebra, allí nadie me conoce, yo camino por la calle y nadie me saluda. En cambio aquí me piden autógrafos, seguro- que los pierden inmediatamente ¿qué van a hacer con esos papeles?..."
"Un señor me dijo: traigo una noticia bomba : eso no auguraba nada bueno. ¿Cuál? dije yo, usted se va a hacer famoso, se va a hacer rico, y yo también.
¿De qué se trata le dije yo, de la piedra fi1osofal?
No, no es eso: se trata de un libro de Borges sobre Perón, si usted no tiene ganas lo firma simplemete, lo importante es eso: un libro de Borges sobre Perón yo le dije que en realidad el tema no me interesaba, pero dijo: no importa, ponemos en la tapa un retrato de Perón y ponemos un título destacado Jorge Luis Borges-Perón , después amainó un poco y me dijo: ¿Por qué no escribe un libro sobre Maquiavelo?
- No, porque no me interesa el tema.
- No importa, yo le traigo el temario sobre temas que usted no ha tratado nunca y va a escribir sobre Maquiavelo, sobre Marx, sobre Hegel.
Yo le dije que no me interesaba y me dejó muy nervioso."
¿Alguna vez sintió pasión por la política ?
No, sufrí la pasión por la política. Mi madre estuvo presa mi hermana, también y un sobrino mío.
¿Usted piensa que un escritor tiene que estar comprometido con su tiempo?
"Claramente lo está. Creo que no podemos dejar de ser modernos o contemporáneos. Sería muy raro que un escritor lograra vivir en el pasado o en el porvenir..."
..."Yo siempre fui antifascista; en los tiempos del nazismo, cuando había tantos fascistas y nazis en Buenos Aires, yo condené a Mussolini y a Hitler cuando muchos no hablaban."
¿Y con el peronismo?
-Yo estuve en contra del peronismo justamente porque era liberticida y de raíz fascista. Fíjese que Perón me persiguió porque yo era "democrático", como se decía entonces. Jamás porque yo hubiese sido antiobrero o cosa parecida. No me pudo perdonar que cuando estaba en Norteamérica y me preguntaron por Perón, yo hubiese contestado: "No me interesan los millonarios". Ni que cuando me preguntaron por su mujer yo hubiese respondido: "Tampoco me interesan las prostitutas".
...Nunca ataqué al sindicalismo sino a los sindicalistas ladrones
(y nadie duda que lo eran).
¿Usted se considera democrático?
No sé.
-Digo democrático tal como se entiende en la sociedad liberal.
-En ese sentido sí, creo firmemente. En cuanto a la democracia estricta, como simple legitimación de las mayorías, puede llegar al desastre: vea el caso de Hitler. Un escritor francés decía: "Una minoría puede tener razón; una mayoría nunca la tiene". Creo que fue Ferrer que dijo "La democracia es el caos provisto de urnas electorales"
En otra entrevista le preguntan: ¿Cuándo votó por primera vez y por quién?
"Yo no recuerdo. Ni siquiera recuerdo por qué partido voté… No sé si en aquella época era radical o conservador. Una de las dos cosas tiene que haber sido. Sé que me desafilié del Partido Conservador una vez, lo cual prueba que estuve afiliado, ¿no es cierto?
¿Y cómo habrá vivido Borges, el ciudadano, la política de Yrigoyen?
- Recuerdo una discusión que tuve con Roberto Arlt, porque él estaba muy entusiasmado con Uriburu y yo no. Yo era radical.
Finalmente sabemos que fue radical. De manera que podemos volver a preguntarle sobre Yrigoyen.
- Pero me parece que hablar de Yrigoyen ahora no tiene mayor sentido… Sé que Alfonsín ha dicho: “Voy a seguir la política de Hipólito Yrigoyen”. Pero decir eso en 1983 es como decir: “Voy a seguir la política del día de los tres gobernadores”, por ejemplo. Todo anacrónico. Estamos en un mundo tan distinto. Aunque yo no sé muy bien cuál era la política de Yrigoyen, tampoco.
Es la oportunidad de recordarle que Alfonsín ha hablado de continuar no sólo a Yrigoyen sino también a Perón.
-Eso se parece menos a una promesa que a una amenaza."
"Yo nunca negué ser antiperonista. Además de razones generales, tengo razones particulares: mi madre estuvo presa. Sí, al principio participó en una manifestación que hubo para que no se modificara el Himno Nacional. Y entonces tomaron presas a algunas personas. A mi madre le dieron, como prisión, esta casa. Y la casa se llenó de gente que venía a saludarla. Y uno de los que llegaron, curiosamente, fue el almirante Rojas. Y luego mi hermana estuvo presa, en el Buen Pastor. Era una cárcel para prostitutas. Y a un grupo de señoras las destinaron allí, bueno, para insultarlas deliberadamente. Y cumplieron sus 30 días. Salvo que ellas no sabían que iban a ser 30 días, de modo que para ellas fue indefinido aquello. Estaban, con mi hermana, una señora Alvear, Raquel Pueyrredón, las señoritas Grondona y dos señoras montevideanas cuyos nombres no recuerdo. Todas en la misma pieza. Y los domingos íbamos a verlas. Y me parecía tan raro ver la cara de mi hermana detrás de la ventanilla con rejas. Y le llevábamos… bueno, lo que se lleva a los presos: dulce de membrillo, dulce de leche…"
-¿Qué opinión le merecerá a Borges, entonces, la que dio en llamarse “Revolución Libertadora”?
"Estábamos todos engañados, creímos que todo iba a cambiar, que era como una suerte de aurora. Estábamos muy entusiasmados todos por la Revolución Libertadora. A mí personalmente me benefició, ya que me hicieron director de la Biblioteca Nacional. Puedo decirle esto: recuerdo aquella gran manifestación que hubo cuando supimos que Perón se había fugado y que la revolución había triunfado, era un día del mes de septiembre, había grandes lluvias. Yo recuerdo que con una amiga salimos a la esquina de Santa Fe y Libertad y fuimos gritando: ¡Viva la Patria! ¡Viva Córdoba! ¡Viva la libertad! Cuando llegamos a la calle Callao me di cuenta de que me había quedado sin voz de tanto gritar, que había perdido a mi compañera y que no habíamos dicho una sola vez la palabra “muera”. Creo que si lo hubiéramos encontrado a Perón, lo hubiéramos abrazado… tan contentos estábamos de librarnos de él.2
-Más de una vez se definió anarquista.
"Sí. Yo diría aquello de Spencer: “The man versus the State”, el individuo contra el Estado. Creo que ahora estamos realmente dominados por el Estado. Voy a dar un ejemplo personal: en el año 1914, en el mes de marzo, creo, fuimos a Europa. No teníamos pasaporte. Se podía recorrer el mundo y era como pasar de esta habitación al comedor, al escritorio, o al dormitorio. Y ahora usted no puede salir a la calle sin una cédula."
-Usted, desde el punto de vista religioso, no tiene necesidad de agregarle ninguna metafísica al hecho de la muerte, ¿no?
"Claro que no. Sólo espero cesar. Yo no soy importante: no merezco ni el cielo ni el infierno. Mejor pasar desapercibido. ¡Imagínese si después de todo esto hay encima un juicio!
Frases borgeanas
"Nada está construido en la piedra. Todo está construido en la arena. Pero debemos construirlo como si la arena fuese piedra"
"Lo que decimos no siempre se parece a nosotros"
"Ocurre que la primera impresión que causaron personas que son importantes en la vida de uno, suele ser bastante vaga"
"Quizá porque ya no veo la felicidad como algo inalcanzable; ahora sé que la felicidad puede ocurrir en cualquier momento y que no se debe perseguir"
"Noches hubo en que me creí tan seguro de poder olvidarla que voluntariamente la recordaba"
"Los peronistas no son buenos ni malos, simplemente son incorregibles"
"De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación"
"Siempre es una palabra que no está permitida a los hombres"
"La imaginación está hecha de convenciones de la memoria. Si yo no tuviera memoria, no podría imaginar"
"¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad"
"Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire; la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí"
"Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real"
"No podría definirme como ateo, porque declararme ateo correspone a una certidumbre que no poseo"
"Repudio todo pensamiento sistemático porque todo sistema conduce necesariamente a la trampa"
"No sé si la instrucción puede salvarnos, pero no sé de nada mejor"
"Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos"
"Hay derrotas que tienen más dignidad que una victoria"
"Nadie es patria, todos lo somos"
"A unos trescientos o cuatrocientos metros de la Pirámide me incliné, tomé un puñado de arena, lo dejé caer silenciosamente un poco más lejos y dije en voz baja: "Estoy modificando el Sahara"
"Si nos explicaran el sentido de la vida, seguramente no lo entenderíamos"
"Cada vez que leo algo que han escrito en contra de mí, no sólo estoy de acuerdo sino que siento que yo mismo podría hacer mucho mejor ese trabajo"
"Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos"
"Todas las palabras fueron alguna vez un neologismo"
"Yo creo que es mejor pensar que Dios no acepta sobornos"
"Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?"
"La duda es uno de los nombres de la inteligencia"
"Las mujeres me han hecho desdichado. Pero la felicidad que he obtenido compensa toda la desdicha. Es mejor ser feliz y desdichado que no ser ninguna de las dos cosas"
"He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no lleve mi firma"
"Yo siempre seré el futuro Nóbel. Debe ser una tradición escandinava"
"En mi país se pasan quince minutos diciendo que no hace falta presentarme y diciendo que van a ser breves en la presentación; y así pueden estar una hora sin haberme presentado"
"Soñar es la actividad estética más antigua"
"El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto"
"Las tiranías fomentan la estupidez"
"Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos"
"Creo que la República Argentina no puede ser explicada. Es tan misteriosa como el universo"
"La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene"
"Si de algo soy rico es de perplejidades y no de certezas"
"Yo he sospechado alguna vez que cualquier vida humana, por intrincada y populosa que sea, consta en realidad de un momento; el momento en que el hombre sabe para siempre quién es"
"Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia"
"El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego. El mundo desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Borges"
"Soy simplemente un hombre de letras. No estoy seguro de haber pensado nada en toda mi vida. Soy un creador de sueños"
"He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no lleve mi firma"
"¿Por qué voy a morirme, si nunca lo he hecho antes? ¿Por qué voy a cometer un acto tan ajeno a mis hábitos? Es como si me dijeran que voy a ser buzo, o domador, o algo así, ¿no?"
"La humildad es, en mi caso, una forma de lucidez. Prefiero, como los japoneses o los chinos, que los otros tengan razón. Detesto las polémicas"
"Estoy solo y no hay nadie en el espejo"
"He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola"
"Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas"
"Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas"
"Siempre hay un alivio en librarse de alguien. Es salir del sueño, volver a la normalidad, encontrarse a sí mismo"
"Yo odiaba a tres personas y ahora sólo recuerdo el nombre de una, pero ya no sé por qué la odiaba"
"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única"
"Que otros se jacten de las páginas que han escrito, a mi me enorgullecen las que he leído"
"Me gustaría ser valiente. Mi dentista asegura que no lo soy"
"Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece"
"Yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara"
"Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos"
"La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica"
"Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso"
Una vez hecho algo, no puede valer mucho; es una obra humana con todas las imperfecciones de lo humano, pero el hecho de ejecutarla sí es interesante
"Todo acusado tiene derecho, al menos, a un fiscal para no hablar de un abogado defensor. Todo acusado tiene derecho a ser juzgado. Cuando me enteré de todo este asunto de los desaparecidos me sentí terriblemente mal. Me dijeron que un general había comentado que si entre cien personas secuestradas, cinco eran culpables, estaba justificada la matanza de las noventa y cinco restantes. ¡Debió ofrecerse él para ser secuestrado, torturado y muerto para probar esa teoría, para dar validez a su argumento!.
"Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones"
"Publicamos nuestro libros para librarnos de ellos, para no pasar el resto de nuestras vidas corrigiendo borradores"
"Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez"
"Yo nunca busco temas, dejo que los temas me busquen y yo los eludo, pero si el tema insiste, yo me resigno y escribo"
"Biografías: Son el ejercicio de la minucia, un absurdo. Algunas constan exclusivamente de cambios de domicilio"
"Lo que más admiro en los demás es la ironía, la capacidad de verse de lejos y no tomarse en serio. Después, el valor y la humildad, siempre que no sea ostentosa"
"Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son el quijote, la divina comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente
"La universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno. Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa"
"Evidentemente debo muy poco a los esquimales o al congo; pero, en realidad, hago cuanto puedo para ser digno de la universidad del mundo"
"He persistido en la aproximación de la dicha y en la intimidad de la pena.He atravesado el mar. He conocido muchas tierras; he visto una mujer y dos o treshombres.He querido a una niña altiva y blanca y de una hispánica quietud.
He visto un arrabal infinito donde se cumple una insaciada inmortalidad de ponientes"
"He paladeado numerosas palabras.Creo profundamente que eso es todo y que ni veré ni ejecutaré cosas nuevas.Creo que mis jornadas y mis noches se igualan en pobreza y en riqueza a las de Dios ya las de todos los hombres"
"Todas las cosas del mundo me llevan a una cita o a un libro", dice Borges. "He encontrado placer en muchas cosas: nadar, escribir, contemplar un amanecer o un atardecer, estar enamorado. Pero el hecho central de mi vida ha sido la existencia de las palabras y la posibilidad de entretejer y transformar esas palabras en poesía"
"cuando era chico, un día duraba una semana y ahora una semana dura un día"
"la inmortalidad personal no es menos creíble que la muerte: «las dos cosas son increíbles!"
"Eran dos hombres de genio, pero, a primera vista, invisibles el uno para el otro"
"Para mí la democracia es un abuso de la estadística"
"El éxito y el fracaso son dos impostores"
"Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo"
"Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón"
“No nos une el amor sino el espanto, será por eso que la quiero tanto"
“A mí se me hace cuento que nació Buenos Aires, la juzgo tan eterna como el agua y el aire"
"Tuve el peor de los pecados, no fui feliz"
“La juventud me resulta mucho más cercana ahora que cuando yo joven"
"No espero ni castigos ni recompensas. El cielo y el infierno me quedan grandes"
Que personaje tan ilustre!! Yo lo conoci durante mi estadia en uno de los apartamentos en buenos aires, cuando fui a estudiar alli. Nunca mas pude dejar de leerlo!!
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