Caricias: Un motor para vivir mejor |
Seguramente al leer este artículo estén pensando en las caricias físicas que brindan o reciben a diario, pues bien, veamos cual es el verdadero significado de la palabra CARICIA. • Según el manual Larousse Ilustrado CARICIA significa: Halago, demostración de cariño. • Pero para los que utilizamos el Análisis Transaccional, CARICIA significa: Estímulo social dirigido de un ser vivo a otro, que reconoce la existencia de este. Por ende, esta definición engloba numerosos estímulos que nosotros emitimos y recibimos a diario, siendo estos no siempre una demostración de cariño para quien la recibe. Las CARICIAS, mucho más de lo que suponen Detrás de su aparente sencillez, subyace la esencia de las relaciones humanas, y se facilita la comprensión de muchas situaciones interpersonales, así como el modo de resolverlas. Berne, el creador del Análisis Transaccional dijo: “si no te acarician, se secara tu espina dorsal”. William Shakespiare dijo: “las alabanzas que nos hacen son nuestro salario”. Entonces, una buena acción que muere sin un comentario, asesinara a otras mil que dependen de eso. No hay duda de que las palabras de alabanza son casi tan necesarias para animar a un niño a llevar una vida sociable, como son los actos de bondad y afecto. La alabanza sensata es para los niños, lo que el sol es para las flores”. A lo largo de la historia muchos han hecho hincapié en las CARICIAS sin saber en realidad que de ellas se trataba. Las CARICIAS Son una forma de intercambio del organismo con el ambiente que también provee, además de estímulos sociales, energía y nutrientes en forma de alimentos, agua y oxigeno. Esto es valido para seres humanos, para animales y probablemente también para los vegetales. Nuestro organismo es como una “Gran batería Biológica” que necesita recargas diarias o periódicas, para su funcionamiento armónico en equilibrio. La mayor parte de nuestra energía se dirige a restablecer, lo mejor que podamos, aunque sea parcial y simbólicamente, el ideal estado intrauterino, donde el feto se halla en contacto intimo y total con su madre en toda la superficie corporal, lo cual implica estar cubiertas todas sus necesidades de CARICIAS. Es, fundamental para cualquier ser humano ser abrazado, acariciado, abrigado, alimentado, alentado, elogiado, etc., así podríamos enumerar un gran número de CARICIAS POSITIVAS imprescindibles. Es muy conocida una enfermedad infantil llamada “Marasmo” que se produce únicamente por falta de caricias como: afecto, reconocimiento, estímulos positivos, energía calórica. También al Adulto, como lo demuestran los trabajos de John Lilly, al privarlo de estímulos, comienza a tener alucinaciones entre las 24 y 48 hs, y se “autoestimula” para mantener su equilibrio psíquico. Cuando este tipo de caricias no se logran En esos casos se recurre a las CARICIAS NEGATIVAS, aunque inadecuadas y perjudiciales, igual son caricias, y reconocen la existencia del Ser, la agresión, el compadecimiento, los gritos, los insultos, etc., son también una forma de reconocimiento de nuestra existencia, como partes de un todo. Es porque somos seres interdependientes de un medio social. Que pasa, muchas veces, cuando un bebé llora o se niega a comer, ellos solo saben expresarse con su cuerpo ¿Que nos quieren decir?: “Tóquenme, yo existo. Y en una redefinición negativa: “Si no me quieren, por lo menos golpéenme”. Los bebés carentes de estímulos suficientes, reaccionan con gravedad acorde al grado de abandono maternal. La privación parcial de caricias Esta forma de vinculación de los padres a los hijos, provoca “Ansiedad Aguda”, excesiva necesidad de amor, poderosos sentimientos de venganza, de los cuales emergen luego la culpa y la depresión. Estas emociones y rebusques son demasiado grandes para los medios inmaduros de control y organización del niño pequeño, inmaduro fisiológicamente y psicológicamente. Esto, con el paso del tiempo, entraña variadas respuestas, a menudo repetitivas, que pueden ir de inestabilidad en el carácter o síntomas de neurosis, o hasta la depresión completa, pudiendo invalidar la capacidad de establecer relaciones “psicosis infantil”. Los niños que no reciben CARICIAS en general no sonríen, y muestran diversos grados de retardos en su desarrollo, pudiendo presentar patologías psicosomáticas con eczema, asma, trastornos gastrointestinales; siendo estas enfermedades, también formas de hablar con su cuerpo pidiendo CARICIAS, reconocimiento. Dar Caricias: Uno puede emitir caricias para corregir conductas incorrectas, pero nunca se debe atacar la autoestima (la esencia de las personas) diciendo: “Torpe”, “Inútil”, “Tonto”, etc. Uno debe corregir una conducta equivocada e indicar la apropiada, y reforzar eso con CARICIAS POSITIVAS Ejemplo: “Vos podes”, “Vos sos capaz”, “Te quiero mucho”, etc. También es necesario dar CARICIAS sobre conductas asertivas, adecuadas y esto de ninguna forma es “sobornar”. Todos necesitamos reconocimiento a nuestras buenas tareas, muchos padres creen que sus hijos deben cumplir sus deberes sin reconocimiento especial. Es que así fueron educados, a su vez, por sus propios padres. Criticando lo que esta mal, sin reconocer lo que esta bien. Sembrar la autoestima: Para que nuestros hijos tengan una buena autoestima y se sientan seguros y valiosos precisamos como papás remarcar con caricias todos los logros y todas las cosas buenas que ellos realizan y no dar por sobre entendido que es su obligación. Esto no los va a volver “vagos”, ni se van a “dormir en los laureles”, muy por el contrario les va a generar la alegría necesaria para nuevos logros. Recibir Caricias: Las CARICIAS que se aceptan influyen poderosamente en nuestra autoestima. Tanto las positivas como las negativas. Algunas cuestiones importantes para mejorar la autoestima de nuestros hijos: ~ El impacto de una CARICIA aumenta si hay congruencia al emitirla. Ej: Decirles “Te quiero”, con una sonrisa y/o un abrazo. ~ Es mejor premiar lo bueno, lo que esta bien, en vez de hacer hincapié en lo que está mal. ~ Acentúe siempre lo positivo de sus hijos. Porque creemos que padres más afectivos, lograrán hijos más sanos, seguros, y felices, y por lo tanto mejores seres humanos. |
Autor: Dra. Patricia Vázquez, Médica Psicoterapeuta |
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