Aisha, una joven de 18 años que fue condenada por los estatutos talibanes a vivir sin nariz ni orejas, decidió posar para la muy fuerte portada que esta semana ofrece la revista Time. Según la publicación, la joven quiere que "el mundo vea el efecto que el resurgimiento de los talibanes podría tener en las mujeres de Afganistán".
La nota no es ingenua: se produce en momentos en que los Estados Unidos son cuestionados -al revelarse archivos secretos- por su actuación en territorio afgano y parece ser una respuesta a medida de sus pretensiones.
Pero la verdad relatada por Aisha no deja de serlo.
El editor de la revista, Richard Stengel, se enfocó -de entrada- en explicar el por qué de la foto que está en la portada. "Pensé mucho sobre si debía poner o no esa imagen. Yo quería asegurarme de que Aisha no perdiera su seguridad por esto y que entendiera lo que significaba su cara en la tapa. Ella sabe -escribió- que se convertirá en el símbolo del precio que las mujeres afganas han tenido que pagar por la ideología represiva de los talibanes".
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