jueves, 16 de mayo de 2013


La conexión wifi abrasa los testículos

Ya en el año 2004 un inquietante estudio reveló que trabajar con el ordenador portátil sobre las rodillas podía disminuir la fertilidad masculina.

En efecto, el calor que el ordenador desprende en el regazo al estar sentados aumenta la temperatura del escroto, el saco de piel que protege los testículos y que los mantiene a una temperatura estable. Y precisamente la razón por la que los testículos se encuentran en el escroto, fuera del abdomen, es la temperatura, que necesita ser ligeramente inferior a la del cuerpo para producir espermatozoides (espermatogénesis).

Investigadores en urología de la Universidad de Nueva York han comprobado el aumento de 2,88ºC en la temperatura del escroto en los hombres que se colocan de ese modo el ordenador portátil, lo que “puede suponer un impacto negativo en la espermatogénesis, sobre todo en los adolescentes y jóvenes”, según han declarado. (1)

Hecatombe de espermatozoides

Sin embargo, por desgracia, un nuevo estudio ha revelado que existe algo incluso peor que el calor: las ondas wifi del portátil reducen la motilidad (con “t”) de los espermatozoides, es decir, su capacidad para desplazarse de manera espontánea. Los espermatozoides necesitan tener una buena motilidad para alcanzar el útero, llegar hasta el óvulo y fecundarlo. 

Los investigadores también han constatado un aumento de la fragmentación del ADN y, en consecuencia, una alteración del código genético, que también puede conllevar una disminución de la fertilidad. 

Para llegar a esta conclusión, investigadores argentinos y americanos metieron espermatozoides humanos, procedentes de 29 voluntarios, en pequeños tarros que colocaron alrededor de un ordenador portátil encendido y con wifi, el sistema que permite conectar a Internet dispositivos electrónicos de forma inalámbrica.

Después de sólo cuatro horas comprobaron que ya se había reducido significativamente la motilidad de los espermatozoides y que la información genética del ADN se había modificado, en comparación con los espermatozoides que estaban en tarros que permanecían alejados del área de influencia del wifi. (2)

Los hombres que trabajan sentados, con el ordenador portátil sobre sus rodillas, suelen tener la señal wifi del ordenador a sólo unos centímetros de sus testículos, sin ninguna protección. Probablemente el efecto sobre sus espermatozoides sea el mismo que en el experimento. 

Los campos magnéticos de baja frecuencia dañan los tejidos vivos

Con toda seguridad ocurre lo mismo en el caso de los hombres que llevan el teléfono móvil en el bolsillo del pantalón.

Los campos magnéticos de baja frecuencia, que también son utilizados por los teléfonos móviles, desencadenan la producción de radicales libres, que son factores de oxidación de las células y de moléculas como los ácidos grasos, las proteínas y los ácidos nucleicos (ADN). Los radicales libres reaccionan con los ácidos grasos poliinsaturados en la membrana de las células, provocando un proceso denominado peroxidación lipídica. 

Los espermatozoides humanos contienen ácidos grasos poliinsaturados y acetilados en su membrana. Ésta queda dañada bajo el efecto de los radicales libres, lo que provoca la disminución de la motilidad espontánea de los espermatozoides y después la muerte celular, así como alteraciones en el ADN.

Evidentemente, para concebir a un bebé sano resulta esencial que el ADN contenido en los espermatozoides se encuentre íntegro. La fragmentación del ADN en los espermatozoides se ha relacionado con una baja fertilidad, un mal desarrollo del embrión, un nivel elevado de abortos espontáneos y una mayor morbilidad de los recién nacidos, sobre todo por cáncer. (3)(4)

Coloque el ordenador sobre la mesa

La medida de protección más sencilla es la de no colocar el ordenador portátil directamente sobre las rodillas, sino encima de la mesa. Aún así, desconecte el wifi en cuanto le sea posible y utilice un cable de red. 

Con respecto al teléfono móvil, evite llevarlo en el bolsillo del pantalón. O todavía mejor, llévelo apagado el mayor tiempo posible. 

Y ya puestos, aproveche para hablar menos por teléfono y, en lugar de eso, verse en persona y compartir tiempo real con sus amigos… ¡una gran idea no sólo para proteger sus espermatozoides!

¡A su salud!

Juan-M Dupuis

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