Pero nadie, ni siquiera sus hermanos, esperaban que montara un espectáculo segundos después de ser rescatado en la madrugada del miércoles.
Sepúlveda fue el segundo en salir a la superficie y apenas dejó la cápsula que lo trajo de nuevo al mundo tomó una bolsa que lo acompañó en la travesía y comenzó a repartir piedras del fondo de la mina entre los ministros y el presidente Sebastián Piñera, que lo abrazó mientras estallaba en risas.
Tras saludar a su esposa e hijos, salió al trote hacia donde estaban el resto de los miembros de los equipos de rescate y los arengó al grito de "Chi Chi Chi Le Le Le. Mineros de Chile".
En el Campamento Esperanza, donde la prensa y los familiares del resto de los mineros siguen los acontecimientos por pantallas gigantes, todos miraban incrédulos lo que estaba sucediendo.
"Él siempre es así. Pero no creía que iba a ser así teniendo en cuenta las supuestas condiciones en que vivían allá abajo", dijo su hermana Lucy.
En una muestra de su buen estado físico, el locuaz trabajador dio un testimonio que fue transmitido por la señal de televisión estatal desde el hospital de campaña instalado para hacerles un primer chequeo físico.
"Estuve con Dios y estuve con el Diablo. Me pelearon. Me ganó Dios, me agarré de la mejor mano (...) y en ningún momento titubeé", dijo sentado junto a su familia.
También aprovechó para reclamar un cambio en el mundo laboral, que garantice mejores condiciones para los trabajadores.
Por último, Sepúlveda pidió que los medios no traten a los operarios como celebridades tras su encierro a 700 metros de profundidad.
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¡Este tipo de ser humano es quien me pone la piel de gallina y admiro!.
Comparto contigo esto llega a las fibras mas intimas ♥bessy
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