La historia de Mariane y Danniel Pearl podría haber sido inventada por una mente retorcida y capaz de escribir la tragedia más inconcebible. Sin embargo, este drama es real. Sucedió en Karachi, Packistán, en enero de 2002, cuando el periodista de 'The Wall Street Journal' fue capturado y decapitado mientras trabajaba. Su esposa, entonces embarazada, relata la pesadilla en Un corazón invencible. Un hombre prudente
La pesadilla de este matrimonio de periodistas comienza el 23 de enero de 2002, el día en que Danny se cita con Shaij Gilani, un hombre misterioso, supuestamente vinculado a Bin Laden. Los Pearl han acudido a Karachi por motivos de trabajo y se hospedan en casa de una íntima amiga: Asra. Él tiene que acudir a tres encuentros en la ciudad; el último, con Gilani. Aparentemente todo está bajo control: su intermediario le ha confirmado que la cita es segura y que, si la reunión se celebra en un lugar público, no corre ningún peligro. No será así.
Llegada la noche, Asra y Mariane preparan la cena en casa para unos amigos. Se hace tarde y Danny no regresa. Mariane se asusta en silencio, sabe que Danny nunca se olvidaría de avisarle. Siempre han estado tan unidos que, cuando se separan, no pasa una hora sin que se llamen por teléfono. Los demás tratan de calmarla, pero pronto comienza el frenético movimiento en la casa: el marcado del número de teléfono móvil de Danny, las horas que pasan y pesan-, las caras de preocupación a su alrededor y el corazón que se acelera. Así lo describe la autora, minuto a minuto, con la misma firmeza que le acompañó hasta el último momento: "La ira que me invade sobrepasa con mucho la noche infernal que he pasado. De pronto siento un terrible lazo no sólo con las víctimas del 11 de septiembre sino también con los niños víctimas de un lavado de cerebro que se convierten en instrumentos de la muerte en nombre de un falso islam". ¿Todos los esfuerzos
Después vendrían las investigaciones, los interrogatorios y el rastreo del material de trabajo de Danny. Hasta que, al cabo de unos días, llega el primer 'e-mail' de sus secuestradores: se definen como miembros del Movimiento Nacional por la Restauración de la Soberanía Paquistaní y señalan a Daniel Pearl como un agente secreto de la CIA. A cambio de su vida reclaman el regreso a su país de los presos paquistaníes recluidos en Guantánamo y adjuntan unas fotos donde se ve a Danny esposado y apuntado con un arma.
La presión aumenta y llega hasta la Casa Blanca. Aparentemente, tanto el Gobierno estadounidense como el paquistaní trabajan por la liberación de Danny. El caso y las imágenes del rehén han saltado a la prensa y dan la vuelta al mundo. Se ha convertido en un secuestro mediático en el que, incluso, varios personajes conocidos, como Michael Jordan o Mohamed Alí, piden públicamente la libertad del periodista. Pero Mariane comienza a sentirse acosada y cada vez más desesperada: "Me siento como si participase en un juego mental contra un enemigo invisible. Ellos negocian con el terror. Mi poder es como mínimo pobre".
Un giro inesperado
Poco a poco, el trabajo de los policías va recogiendo sus frutos hasta que el 5 de febrero detienen a la familia de Gilani. Han pasado 13 largos días desde su desaparición y parece que la historia tendrá un final feliz. Sin embargo, el hilo de la investigación da un giro inesperado que apunta ahora hacia Omar Saeed Shaij, un joven militante islámico condenado en varias ocasiones por secuestrar a occidentales.
Días después llega un nuevo y espeluznante contacto con los captores: en casa de Asra suena el móvil y en la pantalla aparece el nombre de Danny. Los secuestradores realizan una llamada desde el teléfono del periodista pidiendo hablar con Mariane. Pero cuelgan. Será su última amenaza. El 24 de febrero la policía le comunica a Mariane que Daniel ha sido asesinado; han recibido un vídeo de su ejecución. Ella se desmorona: "Todo es anormal, en especial la extrema calma con la que me lo he tomado todo. Intento aclararle a Bussey que, si deseo morir, será sin amargura. Sé que he hecho cuanto he podido, de modo que será una despedida digna. Saludaré a la vida como un actor que, tras haber pronunciado sus líneas, se inclina hacia la audiencia y se marcha".
Hoy, dos años después del asesinato de su marido, Mariane Pearl disfruta de su vida junto al pequeño Adam, que se parece mucho a Danny. Su fortaleza, como su libro, viene de sus ganas de luchar contra el dolor y contra la mentira. Su testimonio conmueve, pero es el resultado de su propósito personal de reclamar justicia sin sentirse, como hiciera Danny, víctima de la sinrazón. Pero sobre todo, Un corazón invencible es el homenaje más sentido a la vida y a la muerte de un periodista que murió, como muchos otros, por contar la verdad.
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Fue lamentable lo que le sucedió y más encima que televisaran su decapitación, nefasto realmente; cuántos no han muerto, han destrozado a familias completas, son una lacra realmente.
ResponderEliminarSe me olvidaba decirte que es muy interesante tu blog, lo estoy leyendo de apoco, a medida que tengo tiempo para hacerte un comentario serio y no por cumplir. Considero y me llamó mucha la atención que dentro de tí también exista esa profundidad que la gente pierde, te digo, uno se queda con la poeta que habla de amor y esas cosas y más allá de eso no se vislumbra nada como esto que expones, tus preocupaciones sociales, culturales, científicas, en fin, me he llevado una tremenda sorpresa muy positiva, muchas gracias Delia por querer ir más allá.
ResponderEliminarUn abrazo amiga