Por estos días, al hablar de niños soldados se piensa en África y más específicamente en Joseph Kony, el guerrillero ugandés que dirige el autodenominado Ejército de Liberación del Señor (ELS), quien es solicitado por la Corte Penal Internacional de La Haya acusado de crímenes de guerra y el reclutamiento forzoso de menores de edad.
La polémica campaña lanzada por la organización Invisible Children para promover el conocimiento del público sobre el uso de niños soldados en ese país africano ha hecho de Kony para muchos la personificación del problema que afecta a decenas de miles de niños en varias partes del mundo, incluyendo América Latina.
Y aunque el fallo no contó con la cobertura periodística o la repercusión en redes sociales de la campaña lanzada porInvisible Children, activistas y líderes mundiales reconocen que el caso de Lubanga servirá de "advertencia" para quienes involucran a menores de edad en conflictos armados.En medio del furor de la campaña Kony 2012, el pasado miércoles la Corte Internacional resolvió el primer caso de su historia encontrando culpable a Thomas Lubanga precisamente de haber empleado niños durante la guerra en el Congo entre 2002 y 2003, algo por lo que podría ser condenado a cadena perpetua.
El ejemplo de Lubanga
Este lunes, la representante especial del Secretario de Naciones Unidas para los Niños y Conflictos Armados, Radhika Coomaraswamy, sugirió que el caso de Lubanga podría motivar a algunos países a atacar con mayor decisión el problema.
Además anunció que la nueva nación africana de Sudán del Sur desmovilizará a unos 2.000 niños combatientes que están en su ejército, surgido de las milicias que combatieron hasta el año pasado al entonces Sudán unificado, hoy Sudán del Norte.
Un informe de la ONU de 2011 señala que 23 países o territorios en todo el mundo están en observación por el fenómeno.
Aunque la tendencia es a identificar el problema con África, por las imágenes de menores armados que suelen circular por el mundo, la ONU advierte que la situación también ocurre en países que no están oficialmente atravesando conflictos armados como Filipinas o India.
En América, Colombia está en la lista de observación de la ONU por el reclutamiento que denuncian que hacen las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Existen también condenas de la justicia colombiana contra líderes de grupos paramilitares por reclutamiento de menores.
"No tenemos una cifra exacta de cuántos niños están vinculados con grupos armados en el mundo, ya que es muy difícil hacer esa vinculación por dificultad de acceso a esos grupos armados", explicó a BBC Mundo Naomi Miyashita, portavoz de la oficina de Naciones Unidas para los Niños y Conflictos Armados.
"Una cifra que puede ser muy indicativa del problema es el número de niños que se desvincularon de fuerzas armadas y en el 2010 fueron alrededor de 11.000 niños", dijo Miyashita, por lo que estima que la cifra real de niños soldados todavía pueda estar "en los miles".
Mejor que antes
Tanto la ONU, como grupos de ayuda humanitaria que trabajan con la infancia en África, como Save the Children o la Coalición para Detener el Uso de Niños Soldados reconocen los avances generales que se han dado en la última década con la desmovilización de menores combatientes.
En parte se trataría de una mayor toma de responsabilidad por parte de Estados y otros actores de conflictos, y en buena parte por el fin de enfrentamientos armados.
Los conflictos que consumieron en los últimos años a Burundi, Costa de Marfil, la República Democrática del Congo, Liberia o el sur de Sudán, entre otros, han acabado o amainado su intensidad.
En Sudán del Sur, el gobierno prometió a Coomaraswamy que el nuevo ejército sacará de sus filas a unos 2.000 niños combatientes, que se unirán a los 3.000 que habrían sido desincorporados en los pasados dos años, de acuerdo con datos de organizaciones no gubernamentales.
En el caso del Congo se calcula que en los momentos álgidos de su guerra interna, hasta 30.000 menores estaban en las filas de grupos armados y se mantendrían todavía otros 5.000 niños soldados.
"Lo que hemos visto desde el principio del siglo es que hay mucha mas atención al tema de cómo afectan las guerras a los niños. Y también hay ahora un esfuerzo mas concertado entre agencias de la ONU, entre gobiernos, para responder a esta cuestión", aseguró a BBC Mundo, Naomi Miyashita.
El caso Colombia
En el hemisferio occidental Colombia es el único país que está en la lista de la ONU (Haití figuraba entre las naciones bajo observación, pero está previsto que no aparezca en el informe del 2012)
La organización dice reconocer el esfuerzo del gobierno colombiano para proteger a la infancia advierte que la situación sigue siendo delicada.
"Las FARC y el ELN que siguen reclutando de manera sistemática a niños. A veces realizan redadas en los pueblos para reclutar", dijo Miyashita, quien indicó que "según las estadísticas del gobierno mismo la edad promedio de los niños reclutados es doce años".
Myashita señaló que además del reclutamiento forzoso de niños para ser usados como combatientes, "la violencia sexual es un fenómeno muy común en estos dos grupos".
Está previsto que en abril el Consejo de Seguridad de la ONU analice un informe sobre Colombia que está preparando la oficina del Secretario General para sugerir a Bogotá estrategias para atender mejor el problema de los niños afectados por el conflicto interno.