jueves, 27 de octubre de 2011

¡¡¡ SIN PALABRAS !!!

Por qué en China es más rentable matar a un herido que ayudarlo

Captura tomada de la TV del noticiero de la cadena NTD.
Captura tomada de la TV del noticiero de la cadena NTD.
Xion Maoke, de cinco años, volvía del colegio a pie, rumbo a su casa en Luzhou al oeste de China, cuando fue arrollado por un camión. Hasta ahora, esta era un tragedia lamentablemente común a todos los países del mundo, pero lo que la hace única y especialmente desgarradora es que el niño no murió. A ojos del conductor del camión, Ao Yong, esto era un problema, porque la ley china (donde no hay sanidad pública) le obligaría entonces a pagar las facturas del hospital. Así que, para estar seguro, dio marcha atrás, volvió a arrollar al niño y lo remató.
Esta es, al menos, la versión de los testigos. El conductor lo negó a la policía y a la familia durante horas después, y una investigación posterior descartó esta teoría. De hecho, Ao fue el primero en llamar a la policía. La versión de los testigos demuestra el grado de preocupación tras el caso de la pequeña Yueyue, esa niña que fue atropellada en un callejón y a la que 18 peatones ignoraron, y hasta qué punto están replanteándose su cultura moral. Ambos son casos escalofriantemente lógicos: en China no hay cultura de ayudar a los demás (interferir, lo prefieren llamar allí), y quien lo haga tiene que responder a las autoridades. Es lo que se llamashaoguanxianshiun estado mental que viene a querer decir "no te involucres si no es asunto tuyo". Se adoctrina a los niños chinos a no mostrar compasión por sus guanxi (sobre todo si son desconocidos) si va ir contra tus intereses.
Es algo que se remonta a varios siglos. Hay varios refranes chinos que se refieren a este estado mental ("cada persona debería barrer la nieve de su acera y no preocuparse del techo del vecino", escribe Fei Xiaotong en su revelador libro sobre la moral china From the Soil), y aún sobrevive la imagen medieval de chinos tirando la basura por la ventana, o al jardín del vecino. Las cosas no han cambiado mucho con el tiempo. Mao intentó cambiar esto e instauró la creencia de que los ciudadanos tenían que comportarse en sus esferas privadas y públicas. Un día de marzo tenían que salir a la calle a compensarlo, haciendo cosas por la sociedad: limpiar autobuses, cortar el pelo a la gente...
Cuando se fue Mao, esta imposición desapareció. La gente empezó a disfrutar (y a veces a abusar) de las libertades que no tenían antes. Las aventuras extramatrimoniales dejaron de penarse, por ejemplo. En los negocios pasa más de lo mismo: todo vale, aunque sea en contra del prójimo. Es como si China hubiera importado la cultura occidental del libre mercado, pero no su código ético. Y como el suyo propio no encaja con la libertad de mercado, lo han desechado. En consecuencia, hay un vacío moral que el dinero no pude suplir.
No obstante, están obligados a suplirlo. Se está discutiendo la posibilidad de crear una ley que obligue a ayudar a la gente en caso de necesidad, pero solo en la esfera intelectual, no en la política. La economía china no para de crecer, pero sin un código moral y ético no podrán liderar el mundo como se espera de ellos.
Fuente: Daily MailChina Daily.

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