lunes, 23 de mayo de 2011

25 de Mayo: Benevolencia hacia los animales


El próximo 25 de mayo, millones de argentinos celebraremos el día de la Revolución de Mayo, donde se recordará con fervor a los héroes de guerra y se escenificarán diversos acontecimientos históricos que permanecen en la memoria colectiva de todo un pueblo. Y como sucede en todas las festividades, miles de miles de animales criados serán asesinados y consumidos: asados de vaca, chivo, pollo, cerdo, cordero, empanadas de carne, locro. Todos estos cadáveres serán servidos bien aderezados en infinidad de mesas y banquetes para celebrar una tradición, que como la mayoría de ellas, se basan en un sentimentalismo histórico, que hacen al carácter de un nacionalismo irracional criollista, y que poco tiene que ver con el momento actual que vivimos, es decir con nuestro presente o nuestro futuro.


Lo cierto es que para muchas personas el animal es un objeto sin sentimientos ni sensaciones, que puede ser torturado, descuartizado y consumido sin reflexionar apenas sobre ello. Actualmente millones de animales en todo el mundo son criados de forma cruel como animales de producción: gallinas ponedoras en granjas de cría; o los cerdos criados en estrechas jaulas donde se pisan y muerden unos a otros.


El que conoce el sufrimiento de los animales y calla, el que apoya experimentos en animales o los ejecuta, el que los caza o el que los usa para deportes, o vistiéndose a la moda con sus pieles, cargará su alma. Mientras se sigan matando animales el hombre seguirá yendo a la “mesa del carnicero” es decir, a la mesa de operaciones, pues el asesinato de los animales es la muerte de los hombres. La ley universal de causa y efecto no hace distinción cuando se trata de sufrimiento y dolor y el de los animales es igual que el de cualquier hombre, lo que significa que todo el dolor que causemos a otros, volverá de regreso a nosotros.


Dios que es el creador de cada criatura, es unidad y vida. Por ello, todos los animales, plantas y minerales deben ser incluidos en la vida positiva de los hombres que se desarrollan espiritualmente. Por ello quien cambia su actitud teniendo comprensión, benevolencia y tolerancia, encontrará el camino a un pensar y vivir comunitarios y alcanzará el acceso a su prójimo animal. Aquel que respeta la vida ya no criará tampoco animales para la matanza, pues sabe que ellos perciben para qué se les cría.


No deja de ser importante sacar a la luz las raíces ideológicas del desprecio a los animales y nombrar a los que representan actualmente esta ideología. Sólo entonces será posible que la tradición, que con el tiempo se convirtió en un sucedáneo de la ética, sea desenmascarada y uno se pueda liberar de esta ética sustitutiva.


A raíz del menosprecio que se muestra a los animales, cuyo origen es bíblico-eclesiástico, en los últimos siglos hemos acallado y reprimido todas las otras voces de la historia intelectual que estaban en contra, por ejemplo, las advertencias de Pitágoras, uno de los fundadores de la filosofía griega, que advertía a sus contemporáneos de herir a una planta o a un inocente animal. O las indicaciones del filósofo Plutarco, quien combatió la crueldad hacia los animales, así como el comer su carne. De manera parecida se expresó el famoso cónsul romano Cato: “Nadie debería tratar a los animales con alma como si fueran cosas”.


La relación de pensadores famosos que se pronunciaron contra una barbarie, que consideramos como algo normal, se podría continuar ininterrumpidamente, incluyendo a los Premios Nóbel Albert Einstein y Albert Schweitzer. De manera especialmente clara se expresó el genio universal Leonardo da Vinci: “Llegará el tiempo en que condenaremos el comer animales de la misma forma que condenamos hoy el comernos a nuestros semejantes, es decir el canibalismo”.


Tal como sucede en Navidad, donde para celebrar el nacimiento de Jesús quien nació entre animales, nos comemos a los descendientes de aquellos que le dieron calor y cobijo, cualquier festividad basada o no en la tradición, puede ser celebrada de forma diferente. ¡Haga la prueba y respete la vida de los animales también en este señalado día!, ofrezca un sabroso menú vegetariano repleto de alimentos sanos y nutritivos. Verduras, frutas, hortalizas, panes, salsas y ensaladas harán las delicias de los comensales y respetarán la vida que fluye en cada animal, de la misma forma que fluye en cada ser humano.


Gracias Maximiliano Corradi
Vida Universal
info@universelles-leben.org
http://www.vida-universal.e/

2 comentarios:

  1. A veces uno intuye que no se está del todo solo...

    Muy importante y clara reflexión.

    Mis respetos...

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  2. Claro que no estamos solos Oscar!. A Maximiliano lo conocí circunstancialmente y subo cada tanto esas notas ya que son aire fresco para todos. Le diré de tu comentario.

    Un abrazo grande.

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