Posted: 06 May 2011 01:30 PM PDT
Un desastre natural de gran magnitud tiene consecuencias inimaginables, y en el caso del terremoto y tsunami en Japón las miradas se centraron en la crisis desatada en la planta de energía nuclear de Fukushima, donde se desató una alerta máxima por la inestabilidad de los reactores nucleares que conllevaron a explosiones y hasta liberación de gran cantidad de material radiactivo.
Ya han pasado dos meses desde este suceso, y continúan registrándose las consecuencias relativas a la contaminación radiactiva donde recientes estudios han demostrado que al menos unos 3.000 kilómetros cuadrados de tierra y una zona indeterminada de aguas marítimas.
En cuanto al estado de los reactores, se ha dado a conocer que Fukushima I tiene al menos el 70% del núcleo fundido, Fukushima IItiene el 30% en ese estado, mientras que Fukushima III el 25%, requiriendo constantes medidas de enfriamiento de lo contrario se podría dar una catástrofe por una reacción nuclear desmedida.
A esto se le suma que los niveles de radiactividad escapados hasta el momento alcanzan hasta una quinta parte de los liberados en elAccidente de Chernóbil, requiriendo distintas medidas sanitarias que apuntan a paliar con esta problemática.
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