miércoles, 23 de marzo de 2011

HACIA UN PLANETA FELIZ

  
Desde hace ya varios años nos hemos convencido de que la Humanidad se encamina hacía el Apocalipsis. Las películas nos presentan un futuro de pesadilla lleno de desastres y catástrofes naturales.
Según el experto en estadística Nic Marks, de la New Economics Foundation, esta forma de focalizarnos en el peor de los escenarios, en una visión catasfrofista de lo que va a suceder, quizás debido a la utilización del miedo por parte de los movimientos ecologistas con la intención de mover conciencias, nos ha llevado a centrarnos sólo en los problemas y no en buscar las soluciones.
El progreso se ha medido siempre de manera económica, valorando una serie de indicadores que sabemos que no son buenos para calcular el bienestar de las personas. Sin embargo, progreso es la mejora de las condiciones humanas hacia un mundo de mayor bienestar, creando una vida feliz y saludable para la gente y para el mundo.
Tenemos un planeta para compartir entre todos; y es en la relación entre el uso de los recursos y la calidad de vida de los individuos, donde mediremos si lo estamos haciendo bien o no. Es lo que  Nic Marks llama Indice del Planeta Feliz. Se ha observado que en algunos países occidentales el bienestar y la esperanza de vida es grande pero a costa del deterioro del planeta. Hay otros, en el Africa subsahariana por ejemplo, que el consumo de los recursos es demasiado bajo y la esperanza de vida es corta y sin calidad. Hemos de intentar llegar a un índice donde el estado de bienestar sea compatible con la sostenibilidad del planeta entre todos los países que lo compartimos.
Según un estudio, Costa Rica es el país más feliz del mundo, con una esperanza de vida de 78 años y medio. ¿Qué le hace distinta a  Costa Rica para ser la nación más feliz del planeta?:
  • El 99% de su electricidad proviene de recursos naturales
  • Su gobierno es uno de los primeros que cumple los requisitos para ser neutro en carbono para el año 2021
  • Se abolió el ejército en 1949
  • Invirtieron en programas sociales, de salud y educación consiguiendo una de las tasas más altas de alfabetización del mundo.
  • Y como dice, Nic Marks, además tienen ese toque latino y ese “don de gentes”.
Diferentes estudios han concluido que aunque el bienestar ha ido creciendo ligeramente, el consumo de recursos naturales cada vez ha sido mayor, lo que demuestra un uso ineficaz de los mismos. Por eso, no hay que aumentar en la utilización de esos recursos sino en la eficacia de esa utilización.
Nic Marks nos pone un buen ejemplo: Si ponemos un medidor de electricidad en casa que nos dice cuánto consumimos en cada momento, lo más probable es que vayamos corriendo a apagar las luces que nos hemos dejado encendidas. Si de la misma manera, nos dijesen lo que habíamos gastado de electricidad en nuestro país el día anterior, tal vez tomaríamos más conciencia del gasto. Al informar del consumo de recursos en los medios de comunicación conseguimos la implicación de la gente e incluso de los más escépticos en el cambio climático.
El éxito de una nación radica en la capacidad de crear una vida feliz y saludable para sus ciudadanos. Sólo considerándolo como un objetivo colectivo a todos los niveles: de gobierno, de empresa o a nivel personal, podremos ir incrementando el bienestar sin que la felicidad que todos queremos alcanzar nos cueste la Tierra.
 Fuente: caminosquenollevanaroma.wordpress.com

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