Noticia - 23 marzo, 2011
Tokio. Greenpeace respondió hoy a los reportes del aumento en la radiación en alimentos en las zonas cercanas a la planta nuclear Daiichi en Fukushima, y sobre la detección de radioactividad en la provisión de agua en Tokio, pidiendo una protección más efectiva de la salud de la población y la disponibilidad inmediata y transparente de la información.
Imagen satelital de la planta nuclear Fukushima/ Foto: Digital Globe
“El alarmante aumento en los reportes de contaminación radioactiva en la cadena alimenticia de Japón y en las reservas de agua demuestran, una vez más, que las declaraciones del gobierno minimizando las consecuencias de la crisis nuclear de Fukushima y los riesgos para la salud pública son, en el mejor de los casos, poco confiables”, declaró la Dra. Rianne Teule, miembro de la campaña de energía de Greenpeace Internacional.
“Hace pocos días, el Gobierno Metropolitano de Tokio declaró que los niveles de radiación habían bajado en la ciudad, y sin embargo hoy advierte que los bebés no deberían tomar agua de la canilla en Tokio. Puede que las autoridades estén intentando mantener la valentía ante la crisis y no sembrar el pánico, ¿pero hacerlo poniendo en riesgo la salud de la población?”
“El desastre de Fukushima demuestra que es imposible garantizar la seguridad de la población ante un accidente nuclear”, afirmó Teule. “Durante las últimas dos semanas, hemos detectado inconsistencias e informaciones muy poco claras de las autoridades japonesas, y también consejos contradictorios por parte de los reguladores nucleares internacionales”.
“Cualquier intento en apoyar a la industria nuclear basándose en el cambio climático es un peligro engañoso, en vista de la crisis de Fukushima. La única respuesta inteligente ante este llamado de atención nuclear sería que los gobiernos de todo el mundo inviertan en fuentes de energía eficientes y que redoblen sus esfuerzos por adoptar fuentes de energía seguras y renovables”.
Notas:
Las pruebas realizadas por el gobierno metropolitano de Tokio encontraron 210 becquerelios de yodo-131 por 1 litro de agua corriente en la ciudad, más del doble del límite de 100 becquerelios que se consideran seguros para bebés. Hacé click aquí para leer el comunicado
Las autoridades japonesas comenzaron a informar sobre los niveles de contaminación que se encuentran en 11 verduras diferentes. En muchos vegetales, como el brócoli y el repollo (de la prefectura de Fukushima, la zona más contaminada) los niveles de radiactividad superaron los límites de seguridad establecidos por el Ministerio de Alimentación y Seguridad.
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