ES MUY IMPORTANTE TOMAR ESO EN CUENTA DE LAS PERSONAS ADICTIVAS A LOS PRODUCTOS CONTROLADOS PARA LOS PROBLEMAS DE PSIQUIATRIA Y PSICOLOGÍA PRESCRITOS POR MEDICOS... SON MANIPULADOS PARA QUE SE CONSUMAN DE POR VIDA...
Gwen Olsen, fue representante de la industria farmacéutica durante 15 años. Fué representante de ventas trabajando para los gigantes de la salud, tales como Johnson & Johnson, Bristol-Myers Squibb y Abbott Laboratories. Es autora del libro: “Confessions of an Rx Drug Pusher”
Ella disfrutó de una exitosa carrera, de ritmo rápido hasta que varias experiencias comenzaron su despertar a los peligros que acechan en cada gabinete de la medicina estadounidense.
Sus lecciones más conmovedoras, sin embargo, llegaron como víctima y superviviente a los efectos secundarios de unos medicamentos que pusieron en peligro su vida.
Después de salir de las ventas farmacéuticas en 2000, Gwen trabajó en la industria de alimentos naturales por primera vez como una gestora de cuentas para Nature’s Way, y luego como gerente regional de ventas para Gaia Herbs.
Actualmente es escritora, oradora y consultora de salud natural.
En su libro obra, otras cosas, denuncia el mercantilismo existente en torno a los antidepresivos y sus graves efectos secundarios.
SE QUEMÓ VIVA...Algo que, por desgracia, conoce de primera mano.
No ya porque sepa perfectamente lo que hay detrás de su comercialización –que también- sino porque una sobrina suya se suicidó después de haber tomado antidepresivos.
Le fue prescrita la medicación tras un accidente de automóvil y cuando trató de dejarla cayó en una profunda depresión. “Se quemó viva –explicaba Olsen en una entrevista a Kathy Rumlesky en Free Press Reporter-.
Se había vuelto adicta y cuando intentó dejarlo cayó en una depresión. Su médico la prescribió otro antidepresivo y eso la llevó a una espiral descendente, hacia el suicidio”.
Es más, la propia Gwen Olsen fue tratada con antidepresivos en 1992. “Me volví una psicópata maníaca”, reconocería. Añadiendo: “Aproximadamente el 25% de la población que los toma tendrá reacciones adversas serias”. LOS NIÑOS LOS MÁS VULNERABLES
Aunque quizás lo más impactante de su testimonio sea su referencia a los niños porque, según asevera, son más vulnerables a los efectos secundarios debido a que sus órganos están aún desarrollándose: “Reaccionan tres veces más a estas drogas que un adulto”, denuncia.
Durante la entrevista Olsen deja además para la reflexión una idea especialmente significativa por proceder de alguien vinculado durante mucho tiempo a la industria farmacéutica: “Hay importantes incentivos económicos para sobre prescribir estas drogas”.
A lo que añade: “Son un mecanismo de control social”.
Como colofón asegura que una vez que alguien empieza a consumir
Sus lecciones más conmovedoras, sin embargo, llegaron como víctima y superviviente a los efectos secundarios de unos medicamentos que pusieron en peligro su vida.
Después de salir de las ventas farmacéuticas en 2000, Gwen trabajó en la industria de alimentos naturales por primera vez como una gestora de cuentas para Nature’s Way, y luego como gerente regional de ventas para Gaia Herbs.
Actualmente es escritora, oradora y consultora de salud natural.
En su libro obra, otras cosas, denuncia el mercantilismo existente en torno a los antidepresivos y sus graves efectos secundarios.
SE QUEMÓ VIVA...Algo que, por desgracia, conoce de primera mano.
No ya porque sepa perfectamente lo que hay detrás de su comercialización –que también- sino porque una sobrina suya se suicidó después de haber tomado antidepresivos.
Le fue prescrita la medicación tras un accidente de automóvil y cuando trató de dejarla cayó en una profunda depresión. “Se quemó viva –explicaba Olsen en una entrevista a Kathy Rumlesky en Free Press Reporter-.
Se había vuelto adicta y cuando intentó dejarlo cayó en una depresión. Su médico la prescribió otro antidepresivo y eso la llevó a una espiral descendente, hacia el suicidio”.
Es más, la propia Gwen Olsen fue tratada con antidepresivos en 1992. “Me volví una psicópata maníaca”, reconocería. Añadiendo: “Aproximadamente el 25% de la población que los toma tendrá reacciones adversas serias”. LOS NIÑOS LOS MÁS VULNERABLES
Aunque quizás lo más impactante de su testimonio sea su referencia a los niños porque, según asevera, son más vulnerables a los efectos secundarios debido a que sus órganos están aún desarrollándose: “Reaccionan tres veces más a estas drogas que un adulto”, denuncia.
Durante la entrevista Olsen deja además para la reflexión una idea especialmente significativa por proceder de alguien vinculado durante mucho tiempo a la industria farmacéutica: “Hay importantes incentivos económicos para sobre prescribir estas drogas”.
A lo que añade: “Son un mecanismo de control social”.
Como colofón asegura que una vez que alguien empieza a consumir
psicofármacos nunca podrá dejarlos: “Será cliente de la industria farmacéutica toda la vida –afirma-. Los medicamentos alteran la patología química del cerebro para que no pueda dejarlas.
Son sumamente adictivas”
De este tema puedo hablar con razón de causa.
ResponderEliminarMi hijo Jorge empezó a sufrir unas depresiones de ansiedad, lo llevamos al psiquiatra y le receto Tranquimacin, lo estuvo tomando durante un año, hasta crearle adición, llegue a tomar la determinación de guardar el “tranquimacin” con llave para que mi hijo no consumiera más dosis de lo que le había mandado el psiquiatra, pero estaba enganchado y cada día quería más, más, y más.
Termino suicidándose.
Gracias querida Delia por compartir esta información, espero que la gente tome conciencia de que algunos medicamentos son muy agresivos para que no les pase igual que a mi hijo. José
Querido José, sólo un hombre valiente es capaz de contar esto. ¡Que sirva para todos!. Un abrazo muy fuerte!
ResponderEliminarClaro que hay que tener cuidado con esto, es todo un comercio y la gente debe estar informada, porque nos jugamos nada menos que...la vida!!!
ResponderEliminarGracias por la info Delia!!!
Besos
Roos