lunes, 3 de febrero de 2014


Las 7 formas en que tu casa puede enfermarte (y qué podés hacer para evitarlo)

El sitio ivillage armó un listado de los descuidos y las malas costumbres que todas tenemos y que, sin saberlo, pueden perjudicar nuestra salud. Tomá nota y empezá a proteger a tu familia.

    Ducha
    Thinkstock Photos | D

     1) Limpiá el cabezal de la ducha
    Los estudios demuestran que uno de cada tres cabezales de duchas están contaminados con micobacterias resistentes al cloro, que pueden penetrar en los pulmones y causar fatiga, debilidad y falta de aire. ¿Qué tiene de malo la ducha? "Se trata de un ambiente oscuro, húmedo y cálido, ideal para el desarrollo de estos gérmenes", explica Michael Schmidt, profesor de microbiología en la Universidad Médica de Charleston, de Estados Unidos. "Además, cada vez que te frotás el pelo, arrojás shampoo rico en proteínas (un fertilizante de microbacterias) hacia el cabezal de la ducha, lo que impulsa aún más el crecimiento de estas bacterias", agrega. ¿La solución? Limpiarlo una vez por semana con un poco de agua y un cepillo de cerdas firmes.

    2) Protegé tu cepillo de dientes
    Los expertos dicen que el cepillo de dientes alberga unos 10 millones de gérmenes. El motivo: además de estar a la intemperie, donde están expuestos a la tos y los estornudos, suelen ser salpicados con gotas de agua del inodoro cuando las personas tiran la cadena. Esto nos puede poner en riesgo de enfermedades intestinales, dicen los investigadores de la Universidad de Arizona. Para evitar futuros problemas de salud, conviene tapar siempre el asiento del inodoro antes de vaciarlo. También se recomienda guardar el cepillo de dientes dentro del botiquín para mantenerlo más cubierto, o sumergirlo en agua oxigenada una vez por semana y guardarlo en posición vertical, dentro de una taza, así se puede secar por completo.

    3) Limpiá el control remoto

    Hasta el 70% de los controles remotos están cubiertos con gérmenes que causan enfermedades, dicen los investigadores de la Universidad de Arizona. "Para protegerte, limpiá el control remoto y otros dispositivos que se comparten, como los joystick de los videojuegos, al menos una vez por semana con toallitas desinfectantes", sugiere Tanveer Gaibi, jefe de medicina de emergencia del Hospital del Noroeste de Baltimore, Estados Unidos. Tratá de no usar aerosoles y líquidos desinfectantes, ya que estos productos pueden dañar las piezas internas. Para obtener mejores resultados, usá una toallita limpia para cada objeto.

    4) Reemplazá tus zapatos
    Caminar por la casa con los mismos zapatos que usás en la calle es una gran manera de introducir alérgenos y contaminantes que dañan la salud. De hecho, un estudio de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, ha descubierto 421.000 gérmenes en cada zapato o zapatilla, incluyendo los que pueden causar neumonía e infecciones del tracto urinario. "A primera vista, el lavado parece una forma razonable para derribar las bacterias ", dice Michael Schmidt, profesor de microbiología de la Charleston’s Medical University de Carolina del Sur. "El problema es que vas a traer los gérmenes de vuelta la próxima vez que camines al aire libre", señala. En su lugar, recomienda dejarlos lejos del dormitorio y guardarlos al lado de la puerta de entrada. Dentro de la casa, mejor moverse solo con medias o pantuflas.

    5) Desinfectá el salero y el pimentero
    En un reciente estudio de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, en el 100% de los saleros y pimenteros de las casas se encontró rinovirus que causan resfriados. El culpable: "el estornudo ocasional, que impulsa más de 100.000 virus a través de la cocina a 200 kilómetros por hora", dice el profesor Schmidt. "Aunque cubras tu boca, ¡no protegerás a la mesa de una fuerza semejante!", reconoce. La solución es simple: "Cuando estés limpiando la cocina, poné un poco alcohol en gel en tus manos, frotá estos utensilios (incluyendo la parte superior) y luego dejalos secar al aire o pasales una toalla de papel", indica Schmidt. Vas a destruir los virus en dos minutos. La sal y la pimienta no se humedecerán, ya que esta estrategia es libre de agua.

    6) Reubicá tus macetas
    Hasta el 70% de las plantas que están en macetas producen moho. Si estás inhalando estos irritantes durante toda la noche, podés sufrir dolor de garganta, congestión nasal, tos seca y otros síntomas, dicen expertos del hospital Yale-New Haven, de Estados Unidos. Una solución rápida: permití que las plantas se sequen completamente entre riegos. Sabrás que has llegado a ese nivel de sequedad cuando la parte superior del suelo, alrededor de la planta, se sienta seca al tacto. A continuación, trasladá las plantas que necesitan mucha humedad hacia las habitaciones que usás menos, y decorá tu living con algunos lirios de la paz. Los científicos dicen que esta planta tropical, con sus grandes hojas verde oscuro y hermosas flores blancas, absorbe las esporas de moho que están en el aire y las utiliza para su alimento. Así, reduce los hongos de una habitación en un 60%.

    7) Tené cuidado con la esponja
    Hasta el 60% de las esponjas están contaminados con los virus que generan gripes y resfríos, la escherichiacoli y la salmonella, dicen los microbiólogos de la Universidad de Arizona. La razón: tienen una gran área superficial y un montón de espacio para que los insectos puedan reproducirse, además de un suministro constante de agua y comida para alimentarse. En esas condiciones, los estudios de laboratorio muestran que un solo germen puede reproducirse para formar un billón de bacterias en tan solo cuatro horas. Para protegerte, limpiá la esponja en el lavavajillas todos los días o ponela en el microondas a máxima potencia durante un minuto después de cada uso. Los estudios demuestran estos trucos simples pueden reducir los niveles de bacterias en las esponjas - y las superficies que toca - hasta en un 95%.


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