miércoles, 6 de marzo de 2013


Violación: "Trataron de negar lo que sucedió", Wangu Kanja, Kenia


Hace dos meses, la trágica muerte de una víctima de violación en India horrorizó a la sociedad y trascendió las fronteras. El eco de ese crimen no ha dejado de resonar por ser una experiencia sufrida por tantas mujeres en el mundo. Seis sobrevivientes de violaciones en seis esquinas del mundo compartieron su historia con la BBC.


"Vivía sola en aquel momento. Me encerré durante dos días enteros. Después, me vi obligada a salir de la habitación para pagar el alquiler y las facturas. Durante días, no pude superar este horrible incidente. Poco a poco, volví a trabajar, pero era aterrador. Estaba viviendo una pesadilla. Estaba nerviosa y deprimida todo el tiempo.
A Wangu Kanja la violaron una tarde en 2002 mientras volvía de trabajar. Eran más de uno. Kanja no tuvo la oportunidad de ver los rostros de sus atacantes puesto que le sujetaron la cabeza de cara al suelo. Su experiencia le llevó a crear la fundación Wangu Kanja, que lleva su nombre, en Nairobi, capital de Kenya, para ayudar a las víctimas de violación y abuso sexual.
Empecé a beber alcohol como una vía de escape, mientras me hundía en una depresión que duró de 2002 a 2005. Llegó a un punto en que me convertí en una persona solitaria. Y yo no estaba contenta con ello. Así que asistí a un curso de psicología.
Ése fue el punto de inflexión clave, pues durante la parte práctica del curso, elegí tratar a víctimas de violación, víctimas de asalto sexual. Aprender cómo aconsejar a ese tipo de víctimas en cierto modo me ayudó a mejorar mi estado mental.

"Estaba viviendo una pesadilla. Estaba nerviosa y deprimida todo el tiempo"

Mi familia sólo se enteró d emi violación a través de las noticias y artículos de los periódicos. No tenía muy buena relación con ellos en ese momento de mi vida y este horrible incidente tampoco lo hizo más sencillo.
Ellos trataron de negar lo ocurrido al principio. Las personas de que me rodeaban, aquellos que conocía, intentaron ser demasiado amables, lo que -de alguna manera- tiene un efecto negativo.
Tuve que hacer todo este camino tan difícil... yo sola. Ni la familia ni los amigos me ayudaron. La única persona que sí lo hizo desde el primer momento fue una de mis tías. Ella me llevó a un chequeo médico y me ayudó a acceder a ciertos servicios y obtener información y asesoramiento.
Denuncié el caso a la policía y ellos mismos fueron los que me disuadieron de dar un paso más allá. Ni siquiera presentaron un informe adecuado. Y siguieron insistiendo en que no debería reportarlo o presentar cargos. Por eso, no pude ver ninguna razón para continuar con el caso para que castigaran a los culpables.
En lugar de eso, me centré en salir de la depresión y hacer algo por otras víctimas de violación. Necesitan apoyo y es por ello que creé mi fundación en 2005".

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