El dolor es una sensación en extremo desagradable que en cualquier momento nos puede abordar. Por eso el síntoma de algún desorden o enfermedad, el dolor es un aviso de un problema que se debe solucionar. ¿Pero, cuando consultar al especialista?
Hay muchos tipos de dolor y diferentes tipos de intensidad, que dependen de cada persona; es una respuesta idiosincrásica, particular. El dolor es el principal síntoma que hace que una persona consulte al médico. Hay dolores de cabeza, dolor articular, del estómago, del ojo, de la rodilla, del hombro, en la garganta, por un golpe, una herida y muchos otros.
Lo primero es ver qué tipo de dolor es, dice Yenson Ardua, coordinador médico de una central de urgencias de la ciudad.
"Si se trata de un dolor que produce incapacidad o la imposibilidad de continuar con las labores cotidianas a las que está acostumbrado, debe dirigirse al médico o a un servicio de urgencias", explica este médico.
A veces hay dolores conocidos, como los que padecen de migraña o dolor cróni-co, pues ellos saben cómo tratar su dolor. Sin embargo, si con el tratamiento habitual no mejoran, deben consultar al médico, anota el profesional.
Dolor abdominal
El dolor abdominal es uno de los dolores más difíciles de diagnosticar. "La cavidad abdominal tiene muchos órganos y es un tipo de dolor diferente al dolor muscular. Asimismo, las vías del dolor que llegan al cerebro son totalmente diferentes", explica el galeno.
Cuando hay un dolor abdominal éste no es focalizado sino referido y puede no ser superficial, sino posterior, o provenir del páncreas o estar iniciando una apendicitis.
Para un dolor abdominal lo más recomendable es no tomar analgésicos y consultar al médico. "El caso más frecuente es la apendicitis: Las personas van a la farmacia, se mandan aplicar un diclofenac o una Buscapina para que les calme el dolor. La apendicitis empieza y tiene una evolución rápida, de modo que después de 18 a 24 horas ese apéndice se puede perforar e infectar la cavidad abdominal.
Cuando el paciente vuelve a reconsultar han transcurrido 24 ó 36 horas y ya es un paciente al que hay que sacarle el apéndice, hacerle lavados perifonéales, ponerle antibióticos, aumentando los riesgos y los costos del tratamiento", refiere el médico.
Dolor de cabeza
Otro dolor peligroso es el de cabeza, especialmente en mayores de 40 ó 45 años, tanto hombres como mujeres.
El riesgo es estar ante la eventualidad de un aneurisma, una oclusión o taponamiento de una arteria y no ser una simple migraña o dolor de cabeza sencillo.
Son dolores muy delicados y deben ser consultados al médico.
"Son pacientes que presentan dolores de cabeza muy fuertes con tensión alta que, tras los exámenes, aparecen con un aneurisma cerebral que por elevación de la tensión se puede reventar causando hemorragia intracraneal, con con-secuencias fatales".
"Por eso no se puede medicar hasta haber hecho un buen diagnóstico y unos exámenes que nos permitan descartar esa condición", conceptúa Yenson Ardila.
El umbral, buen indicador
Si el dolor no le interrumpe sus actividades normales, el umbral es bajo y se puede controlar con cualquier analgésico de venta al público.
Dé lo contrario, si es un dolor que pasa del umbral y no le permite efectuar sus actividades, lo recomendable es acudir al médico.
Hay muchos tipos de dolor y diferentes tipos de intensidad, que dependen de cada persona; es una respuesta idiosincrásica, particular. El dolor es el principal síntoma que hace que una persona consulte al médico. Hay dolores de cabeza, dolor articular, del estómago, del ojo, de la rodilla, del hombro, en la garganta, por un golpe, una herida y muchos otros.
Lo primero es ver qué tipo de dolor es, dice Yenson Ardua, coordinador médico de una central de urgencias de la ciudad.
"Si se trata de un dolor que produce incapacidad o la imposibilidad de continuar con las labores cotidianas a las que está acostumbrado, debe dirigirse al médico o a un servicio de urgencias", explica este médico.
A veces hay dolores conocidos, como los que padecen de migraña o dolor cróni-co, pues ellos saben cómo tratar su dolor. Sin embargo, si con el tratamiento habitual no mejoran, deben consultar al médico, anota el profesional.
Dolor abdominal
El dolor abdominal es uno de los dolores más difíciles de diagnosticar. "La cavidad abdominal tiene muchos órganos y es un tipo de dolor diferente al dolor muscular. Asimismo, las vías del dolor que llegan al cerebro son totalmente diferentes", explica el galeno.
Cuando hay un dolor abdominal éste no es focalizado sino referido y puede no ser superficial, sino posterior, o provenir del páncreas o estar iniciando una apendicitis.
Para un dolor abdominal lo más recomendable es no tomar analgésicos y consultar al médico. "El caso más frecuente es la apendicitis: Las personas van a la farmacia, se mandan aplicar un diclofenac o una Buscapina para que les calme el dolor. La apendicitis empieza y tiene una evolución rápida, de modo que después de 18 a 24 horas ese apéndice se puede perforar e infectar la cavidad abdominal.
Cuando el paciente vuelve a reconsultar han transcurrido 24 ó 36 horas y ya es un paciente al que hay que sacarle el apéndice, hacerle lavados perifonéales, ponerle antibióticos, aumentando los riesgos y los costos del tratamiento", refiere el médico.
Dolor de cabeza
Otro dolor peligroso es el de cabeza, especialmente en mayores de 40 ó 45 años, tanto hombres como mujeres.
El riesgo es estar ante la eventualidad de un aneurisma, una oclusión o taponamiento de una arteria y no ser una simple migraña o dolor de cabeza sencillo.
Son dolores muy delicados y deben ser consultados al médico.
"Son pacientes que presentan dolores de cabeza muy fuertes con tensión alta que, tras los exámenes, aparecen con un aneurisma cerebral que por elevación de la tensión se puede reventar causando hemorragia intracraneal, con con-secuencias fatales".
"Por eso no se puede medicar hasta haber hecho un buen diagnóstico y unos exámenes que nos permitan descartar esa condición", conceptúa Yenson Ardila.
El umbral, buen indicador
Si el dolor no le interrumpe sus actividades normales, el umbral es bajo y se puede controlar con cualquier analgésico de venta al público.
Dé lo contrario, si es un dolor que pasa del umbral y no le permite efectuar sus actividades, lo recomendable es acudir al médico.
Fuente: Revista Salud y Bienestar - Vanguardia Liberal
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