Muerte de delfines en Golfo de México sería causada por derrame de crudo
Una gran cantidad de delfines muertos que aparecieron este año en el Golfo de México, habrían sufrido los efectos del gigantesco derrame de petróleo ocurrido en 2010 y de los dispersantes químicos utilizados para combatirlo, según un reporte científico difundido el jueves.
Un total de 153 delfines fueron hallados muertos desde enero en aguas del Golfo de México, según la Agencia Oceanográfica y Atmosférica estadounidense (NOAA), que indicó que 65 de ellos eran delfines bebés.
Los delfines fueron hallados en la zona donde unos 5 millones de barriles de crudo de la empresa British Petroleum fueron vertidos al océano durante más de tres meses tras la explosión de una base de extracción en alta mar, en uno de los mayores desastres ambientales ocurridos en Estados Unidos.
“El petróleo y los dispersantes afectaron la cadena de alimentación y esto impidió que las madres obtuvieran una adecuada nutrición para gestar la protección térmica de grasa” que ellas y los bebés necesitan para protegerse del frío, dijo Graham Worthy, científico experto en delfines de la Universidad del Centro de Florida.
En un estudio sobre el impacto del derrame de crudo en el Golfo de México, que Worthy lleva a cabo con otros 26 expertos, el científico consideró que las temperaturas inusualmente bajas de este invierno, sumadas a otros efectos nocivos del desastre ambiental en el cuerpo de los mamíferos, coincidieron para formar “una tormenta perfecta”.
El resultado sería el gran aumento en las muertes de delfines y especialmente de cachorros, dijo Worthy, que durante una década dirigió la Red de Encallamiento de Mamíferos Marinos, basada en Texas.
La NOAA había puesto en marcha investigaciones para determinar si el repentino aumento de muertes de delfines en el Golfo de México en los últimos meses se debía a la tragedia ambiental.
Los delfines pertenecen a la especie nariz de botella y aparecieron muertos frente a las costas de Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y noroeste de Florida, región que el año pasado resultó seriamente contaminada por el derrame de crudo de BP.
Fuente: Sott.net
Un total de 153 delfines fueron hallados muertos desde enero en aguas del Golfo de México, según la Agencia Oceanográfica y Atmosférica estadounidense (NOAA), que indicó que 65 de ellos eran delfines bebés.
Los delfines fueron hallados en la zona donde unos 5 millones de barriles de crudo de la empresa British Petroleum fueron vertidos al océano durante más de tres meses tras la explosión de una base de extracción en alta mar, en uno de los mayores desastres ambientales ocurridos en Estados Unidos.
“El petróleo y los dispersantes afectaron la cadena de alimentación y esto impidió que las madres obtuvieran una adecuada nutrición para gestar la protección térmica de grasa” que ellas y los bebés necesitan para protegerse del frío, dijo Graham Worthy, científico experto en delfines de la Universidad del Centro de Florida.
En un estudio sobre el impacto del derrame de crudo en el Golfo de México, que Worthy lleva a cabo con otros 26 expertos, el científico consideró que las temperaturas inusualmente bajas de este invierno, sumadas a otros efectos nocivos del desastre ambiental en el cuerpo de los mamíferos, coincidieron para formar “una tormenta perfecta”.
El resultado sería el gran aumento en las muertes de delfines y especialmente de cachorros, dijo Worthy, que durante una década dirigió la Red de Encallamiento de Mamíferos Marinos, basada en Texas.
La NOAA había puesto en marcha investigaciones para determinar si el repentino aumento de muertes de delfines en el Golfo de México en los últimos meses se debía a la tragedia ambiental.
Los delfines pertenecen a la especie nariz de botella y aparecieron muertos frente a las costas de Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y noroeste de Florida, región que el año pasado resultó seriamente contaminada por el derrame de crudo de BP.
Fuente: Sott.net
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