jueves, 9 de septiembre de 2010

COMO SANAR UN CORAZÓN ROTO: LA PERDIDA DE UNA MASCOTA



Un articulo publicado por el sitio de Internet de la BBC cuenta que “cuando el señor Nicho [...] perdió a su padre, el perro estuvo a su lado para ayudarlo.
Cuando Ivo [su perro] murió, nadie estuvo allí para ayudarlo.”

El artículo agrega, “un luto prolongado y un sufrimiento visibles se consideran normales luego de la muerte de un miembro de la familia o de un amigo cercano. Pero hay muchos que sienten lo mismo ante la pérdida de una mascota y un tipo de reacción similar suelen provocar cejas alzadas en los que lo rodean.”

Un lazo afectivo

La muerte de tu perro puede ser una de las mayores perdidas en tu vida y una experiencia difícil de manejar gracias a la falta de sensibilidad de los que te rodean, en especial si estos no han sido dueños de mascotas.

Entonces ¿Por qué no existe una comprensión o un verdadero consuelo, por parte de los no dueños de mascotas? Seguramente ante la pérdida de un ser querido podrías tomarte unos días del trabajo, con la comprensión de todos.

¿Crees que pasaría lo mismo si tu perro muere? Seguramente tendrías que fingirte enfermo para poder darte un tiempo para sobreponerte a esta pérdida.

¿Qué hacer para llenar el vacío?

Date tiempo. Un mes, dos meses, un año. Lo que necesites. Llora, mantente en luto. Hay personas que necesitan donar a a un albergue toda propiedad del perrito muerto, o hacer una donación a su nombre. Hay otras que se deciden por adoptar casi de inmediato a un nuevo perro.

Algunas más jamás querrán otro perro en sus vidas. Trata de pensar en los buenos momentos que compartieron. Al inicio será duro y doloroso, pero con el tiempo el recuerdo cálido de estos momentos que compartieron ganarán terreno contra el vacío que sientes.

Cada persona encontrará la manera de manejar su pérdida, y lo mas importante es que sea cual sea el camino que tomes lo hagas de manera consciente. Piensa que cada perro es un ser único. No esperes recuperar a tu amada mascota reencarnada en un cachorrito. No adoptes nunca por las razones equivocadas.

A lo largo de la vida hay lecciones que aprender y de ellos, mis adorados perros que ya no están, aprendí más de una. La más importante siempre será una de amor, confianza y lealtad compartidas.

Hermosas palabras para entender la presencia de un animal querido en tu vida...

Te Presto Un Perro

Te prestaré, por un tiempo, un perro – me dijo una voz.

Para que lo ames mientras viva y lo llores cuando muera, tal vez serán 12 o 14 años, incluso puede ser por tan sólo 2 o 3.

¿Lo harías? ¿Lo cuidarás por mí mientras lo llamo de regreso?

Tendrá encantos que te maravillarán y si su permanencia contigo es corta, siempre tendrás sus recuerdos para aligerar su
pérdida.

No puedo prometerte que se quedará, ya que todo lo terrestre debe terminar.

Pero hay lecciones que quiero que este perro aprenda.

He buscado por todo el mundo tratando de encontrar un maestro verdadero.

Y de entre toda la gente que habita la Tierra, te he escogido a ti.

Ahora dime, ¿le darás todo tu amor y pensarás que el esfuerzo vale la pena?

¿No odiarás al mundo y a la vida cuando venga de nuevo por él?

Y entonces contesté: – Sí, estoy dispuesto, eso haré. Porque toda la alegría que este perro me traerá vale bien la pena a cambio del dolor de perderlo.

Lo resguardare con ternura, lo amaré de todo corazón mientras pueda y por el amor que me dará siempre estaré agradecido.

Si vienes por él mucho antes de lo que espero, seré fuerte ante la pena y trataré de entender el por qué.

Si, a través de mi amor, logré cumplir tu plan para él, ayúdame a ser fuerte mientras lloro su partida. Y en su recuerdo sé que encontraré que quien más aprendió fui yo.

Autor Desconocido

Gracias, mi querida María de los Ángeles. Te comento que tenemos una gatita que es puro amor, y para el caso es lo mismo. Ella nos enseñó muchas cosas también...
Maitri

2 comentarios:

  1. Me emocioné mucho con este escrito, muchas veces lloré por un animalito que se me perdió o murió, para mi son como de la familia.

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  2. Querida Delia, uff...ya sabes lo que sentí leyendo este texto. Muy conmovedor y puedo confesarte que también ya lloré mucho por un animalito que para mí fue un verdadero amigo/a.
    Un beso de Nocheluz.

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