lunes, 20 de septiembre de 2010



Tener empatía es sentir lo que otros sienten.
Es oír atentamente los clamores del mundo.
Es ponerse frente al toro, aunque no sea nuestra corrida.
Es permitirse sufrir cuando otro sufre o reírse feliz cuando otro ríe.
Es enternecerse con la ternura y temer con los temores.

Sintonízate con los demás.

Mójate con las lágrimas de los humanos.
Deja de hablar y aprende a escucharlos.
Así aprenderás de sus idiomas.
Y podrás creer desde sus credos.
Desecha de una vez tanto egoísmo.
Deja que tu corazón retumbe con un eco más universal.
Extiende, solo extiende tus fronteras.
Y descubrirás muchos secretos.
Sintonízate con los demás.
Todos buscan un oído amable que escuche sin prejuicios.
Un amigo respetuoso y compasivo que no tema a las penas.
La empatía es la estrategia de los grandes sanadores.
Sin empatía no hay compasión.
Sin compasión no hay vínculo.
Sin vínculo no hay sanación.
Toda persona guarda un gran tesoro,
en la parte hundida de su barco.
Entra en esa zona prohibida y corta las cadenas.
Reduce las distancias.
Sintonízate con los demás.
Intenta sentir lo que otros sienten.
Desecha el egoísmo,
que no es más que miedo disfrazado.
Baja al fondo, abandona la superficie.
Reduce las distancias entre tú y tus semejantes.

Renny Yagosesky

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