martes, 21 de septiembre de 2010

NUEVE MÁXIMAS ORIENTALES (importantes)



Serenidad.
Sé tranquilo en tu interior. Deja que esa paz y esa alegría interior irradien a través de un semblante sereno. Un semblante sereno es pacífico, sonriente, serio y no muestra ninguna emoción violenta. Es como la superficie de un lago en calma.

Regularidad.
Sé regular en tus hábitos diarios, en tus prácticas espirituales y en tu trabajo. Levántate siempre a la misma hora. Sé puntual en tus actividades. Eso te liberará de preocupaciones y ansiedades. Harás siempre lo correcto en el justo momento.

Sinceridad.
Deja que tus palabras coincidan con tus pensamientos. Deja que tus acciones coincidan con tus palabras. Deja que haya armonía entre tus pensamientos, palabras y acciones.

Simplicidad.
Sé natural. Habla con sencillez. No retuerzas las palabras, ni los tópicos. Sé llano. Evita la diplomacia, el disimulo y la sinuosidad.

Veracidad.
Sé veraz. Cumple tus promesas. No exageres ni retuerzas los hechos. Piensa dos veces antes de hablar. Habla dulcemente y sé preciso en lo que dices.

Humildad.
No alardees de tu nacimiento, posición, cualidades o logros espirituales. Recuerda la naturaleza evanescente de todas las cosas. Elogia a otros. Ve a Dios en todos. Trata incluso a la más pequeña de las criaturas como a tu igual.

Tranquilidad.
La irritabilidad es precursora de violentas explosiones de cólera. Vigila las alteraciones del equilibrio mental. Observa las pequeñas olas de cólera que rizan el lago de tu mente. No permitas que adquieran grandes proporciones. Entonces alcanzarás un estado de no irritabilidad, de paz y amor.

Ecuanimidad.
Ten calma. Soporta pacientemente el insulto, la injuria, el sufrimiento, el fracaso y la falta de respeto. No te engrandezcas con la alabanza, el éxito y los honores. En ambas situaciones mantén una actitud equilibrada. Obra igual con los amigos y con los enemigos. No dejes nunca que nada disturbe tu paz interior.

Poder de Atención.
Recuerda que una mente inconstante no tiene posibilidades de alcanzar nada. Despierta tu discriminación. Elige tu ideal. Tenlo siempre presente. No dejes que tu mente se aparte de él ni un sólo momento.

Jorge Casal - Gracias Tahíta.

1 comentario:

  1. Estos serían, como los diez mandamientos de la felicidad. Cuestan, pero deberíamos cultivarlos para hacer del mundo un mejor lugar. Más libre... lo que parece atadura moral, es libertad Espiritual...

    D.R. Ricaldi
    http//drricaldi.es.tl

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