Por Thomas Castroviejo
Gaceta trotamundos
Catalina Clouser, tras su detención este fin de semanaEl niño iba sentado sobre un asiento de seguridad para bebés, como manda la normativa, cuando la madre arrancó el coche. Solo que había un pequeño fallo: el bebé de cinco meses no estaba en asiento de atrás del vehículo, sino en el techo del coche. Y, por supuesto, en cuanto el vehículo arrancó, el niño y el asiento cayeron y acabaron en un cruce de carreteras en Phoenix (Texas). La madre no debió darse cuenta porque siguió adelante.
Al pequeño tuvo que encontrarlo la policía poco después. A partir de ahí, localizaron a su madre, Catalina Clouser, una adolescente de 19 años. Resulta que esta joven había estado fumando marihuana en un parque con su novio hasta bien tarde la noche del viernes. Catalina se ofreció a ir a comprar cerveza, y, entonces, el novio fue detenido por conducir ebrio.
Según descubrió la policía, esta noticia había estresado tanto a Catalina que se había ido a casa de una amiga y se fumó uno o dos cuencos de marihuana más (la alternativa a fumar la hierba envuelta en un papel de liar es inhalarla a través de unos cuencos, o bongs, algo que podríamos describir como una cachimba pero de cristal). Todavía afectada por la droga, salió de la casa a eso de medianoche. El niño iba dormido en el asiento trasero y, por el motivo que fuera, ella lo colocó sobre el coche. Por lo visto, no se dio cuenta de que lo había perdido hasta que llegó a casa.
Según John Holmes, portavoz de la policía de Phoenix, los agentes pudieron identificar al bebé atado en mitad del cruce de carreteras gracias a que algunos testigos eran amigos de Clouser. Para entonces, ella había vuelto al lugar, buscando a su hijo, y admitió lo ocurrido. Fue inmediatamente detenida.
El niño está ahora en manos de los servicios sociales. Como explicó John Holmes, "Al final, todos tenemos la suerte de que el niño va a estar bien".
Fuente: ABC News
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