China: aborto ilegal sacude política oficial de un solo hijo
Redacción
BBC Mundo
Las autoridades chinas suspendieron de sus labores a tres funcionarios de la provincia de Shaanxi, luego de que éstos determinaran que la ciudadana Feng Jianmei, en su séptimo mes de embarazo, debía someterse a un aborto ya que no podía pagar la multa por transgredir la estricta política china de "un solo hijo".
El tratamiento de la joven, de 27 años, llamó la atención de la prensa nacional y despertó la ira de los internautas chinos luego de que su marido subiera a la internet fotos de ella al lado del cadáver de su hija, en una cama.
El corresponsal de la BBC en China Jon Sudworth afirma desde Shanghái que las acusaciones de abortos forzados no son nada nuevo en el país, pero que lo que transforma este caso en algo distinto es el hecho de la existencia del dramático documento gráfico en internet.
El grupo de activistas de derechos humanos "Se permiten todas las niñas", con sede en Estados Unidos, conversó con Feng y su marido, Deng Jiyuan. Según la organización, el marido dice que su esposa fue llevada por la fuerza a un hospital y que fue atada antes de la intervención quirúrgica.
Las informaciones de la prensa local china describen a Feng como una mujer traumatizada por la experiencia.
Las autoridades chinas le pidieron excusas.
Una política bajo la lupa
La ley china establece claramente la prohibición de abortar más allá del sexto mes de embarazo.
Al principio, funcionarios de Zhenping -donde se realizó la operación ilegal- intentaron desmentir que ésta había tenido lugar.
Sin embargo, la Comisión Provincial de Planificación Familiar y de Población de Shaanxi, confirmó la operación y declaró que esta práctica había infligido un grave daño a las políticas propiciadas por el gobierno: "Tal operación viola gravemente las políticas relevantes establecidas por las comisiones de planificación familiar provinciales y nacional, ha causado daño a nuestra imagen como trabajadores de planificación familiar y provocado efectos extremadamente negativos en nuestra sociedad".
La agencia estatal de noticias china Xinhua escribe que Feng no tenía derecho a un segundo hijo, pero agrega que los abortos en un estado avanzado de gravidez no están permitidos por el riesgo que se corre de causar lesiones graves a la madre.
La política de "un solo hijo" parece estar enfrentando gran oposición en China.
Las autoridades de Cantón (sureste del país) le solicitaron al gobierno central el fin de la directriz ya que, en esa provincia, la población ha empezado a decrecer. Mientras que la provincia central de Henan, una de las áreas más pobladas de China, con unos 90 millones de personas, es la más reciente en anular la prohibición de tener más de un hijo.
Algunos analistas afirman que una de las razones de que el activista Cheng Guangcheng tuviera mayor poder de convocatoria que otros activistas es que él y su mujer documentaron una serie de quejas respecto a abortos forzados y esterilizaciones donde vivían.
Cheng Guancheng logró escapar de China hace seis semanas y ahora vive en Nueva York con su mujer y dos hijos.
Furia de los internautas
Lo ocurrido con Feng Jianmei ilustra el poder de las redes sociales para influenciar las decisiones de gobierno, incluso en el caso de un Estado con un solo partido político.
El gobierno chino insiste en que su política de "un solo hijo" ha impedido unos 400 millones de nacimientos en lo que es el país más poblado del mundo, con unos 1.300 millones de habitantes.
Pero los internautas rompieron el fuego, impulsados por las características del caso de Feng.
"Esto es lo que dicen que hicieron los demonios nazis y japoneses. Pero esto está ocurriendo en nuestros días y de ninguna manera representa un caso único", afirma un internauta de la red china Netease.
Los participantes de la red Tianya iniciaron una discusión sobre la política de un hijo único y recogieron testimonios de mujeres que hayan sobrevivido a abortos forzados.
Alguien que se firma mokkionn escribió: "Mi madre abortó un niño cuando yo estaba en la escuela primaria. Oí que se trataba de un niño. Si hubiéramos decidido tenerlo, mi padre habría perdido su trabajo. Mi tía estaba en la misma situación. No teníamos nada y carecíamos de conexiones. Un segundo hijo significaba el desempleo".
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