Ocurre que al parecer he querido luchar contra los molinos de viento. Ayer de noche me enteré que el correo (ya corregido) al que iba a enviar todas las firmas, no existe. Se ha enviado una carta al Vicepresidente de Chile, veremos si contesta...
De nada me arrepiento, ya que estoy convencida que juntos podemos modificar todas las causas injustas que van en detrimento de las personas y el planeta.
Entiendo que es nuestro derecho y nuestra obligación, o debería serlo.
Delia
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