lunes, 21 de enero de 2013


Las "Tailandias" de Centroamérica

Prostitutas menores en Tailandia
La región ha sido comparada con Tailandia por el mercado de prostitutas infantiles.
"No sería mentira describir a Guatemala como la Tailandia de América Central". Esa recomendación puede ser encontrada en Internet, donde un turista sexual recomienda a sus colegas el sexo en Guatemala.
El mensaje hace alusión al país asiático, considerado la meca del turismo sexual infantil, un mercado ilícito que está creciendo en Centroamérica y donde a sus practicantes les han dado un nombre singular: "monger".
"Solo hay que mirar en los diarios, bajo el rubro 'masajes' para encontrar lo que se desea. Si le cobran más de 50 dólares, le están robando", advierte la misma persona.
Él me daba cien dólares, 200 dólares, decía que quería quedarse conmigo, pero no me gustaba. Era muy viejo para mí, yo quería divertirme
María José, nicaragüense de 15 años
No es fácil encontrar cifras sobre el turismo sexual con menores en Centroamérica. De vez en cuando, surgen las historias en los periódicos. O se multiplican las páginas web, con ofertas tentadoras para los clientes del género.
Datos de Casa Alianza hablan de diez mil niñas víctimas de la explotación sexual en Honduras, o de menores vendidas en Nicaragua para se comercializadas en burdeles de México y Guatemala.
Se habla de 25 mil niños centroamericanos deportados de México, cada año. De la pobreza se nutre la explotación sexual infantil, ya sea para turistas, para producción de pornografía o para "exportación".

Viejos verdes

Costa Rica recibió poco más de dos millones de turistas el año pasado, lo que equivale a la mitad de su población. Según Jacobo Schfiter, que acaba de publicar un libro titulado "Viejos verdes en el paraíso", de 100 a 150 mil de esos turistas son 'mongerers'.
Las historias de las víctimas se repiten. "Yo vivo en Limón (el puerto costarricense del Caribe). Ahí conocí a un colombiano, narcotraficante, de 36 años, casado, con una chiquita. Estuve con él como tres meses", me dijo Yorlene, de 15, actualmente internada en un albergue.
María José, también de 15 años, habla a BBC Mundo desde Managua. "Yo me fui con varias amigas a Costa Rica, hace dos años. Allá nos vendíamos, una señora nos daba donde dormir, nosotros teníamos que vender nuestros cuerpos, pero ella agarraba todos los reales".
Eugenia Salazar, fiscal adjunta de violencia doméstica y delitos sexuales del Ministerio Público en Costa Rica
La fiscal adjunta del Ministerio Público en Costa Rica dice que el mercado es oculto.
"En Managua tuve un señor que era extranjero. Le decíamos 'Cuchitril', pero se llamaba Juan Carlos. Yo estaba bailando, me llegaba a traer al bar y nos íbamos para un hotel de cinco estrellas. Él me daba cien dólares, 200 dólares, decía que quería quedarse conmigo, pero no me gustaba. Era muy viejo para mí, yo quería divertirme", afirma María José.
Eugenia Salazar, fiscal adjunta de violencia doméstica y delitos sexuales del Ministerio Público en Costa Rica, explicó a la BBC que en Costa Rica es delito cualquier relación sexual pagada con menores de 18 años.
Eso se ve más en zonas costeras, dice. Sin embargo asegura que en la capital, "no encontramos menores siendo explotadas en lugares como prostíbulos, bares o salas de masaje".
En San José, la actividad se oculta más, se ha trasladado a condominios privados donde, con los recursos adecuados, se puede encontrar la oferta para lo que se busca.

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