METRÓPOLIS presenta esta noche un programa monográfico sobre Shirin Neshat, artista de origen iraní y residente en Nueva York, cuya obra es, sin duda, una de las más comentadas, analizadas y discutidas de la última década.
Ello se debe no sólo a la belleza visual de sus fotografías, instalaciones y películas sino también a que éstas se resisten a una interpretación unilateral por parte del espectador. Ambiguas y contradictorias de por sí, su complejidad es acentuada por la utilización de códigos y símbolos que pertenecen a dos culturas muy distintas.
En 1974, a los 17 años, Shirin Neshat partió de Irán para estudiar arte en Estados Unidos. Debido a la Revolución Islámica de 1979, no pudo volver a su país natal hasta 1990. Los cambios que se habían producido allí le causaron un fuerte impacto y la inspiraron a retomar su carrera artística. Con "Mujeres de Alá" (1994-1997), una serie de fotografias en blanco y negro que retan los prejuicios de Occidente sobre la mujer islámica, logró el reconocimiento casi inmediato del mundo artístico.
Aunque la voluntad de Shirin Neshat de dar voz a la mujer islámica en general y a las mujeres iraníes, en especial, está presente en toda su obra, en pocos trabajos es tan obvia como en "Turbulent" (1998). Se trata de una de las primeras obras de la artista realizada en cine y desde una postura más bien crítica hacia las consecuencias de la Revolución Islámica. En dos paredes opuestas vemos dos mundos opuestos, el de los hombres que pueden disfrutar de la música, y el de las mujeres a quienes se les priva de esta experiencia.
Las intenciones de la artista, sin embargo, van mas allá de la crítica política: también quiere reivindicar el gran potencial creativo de las mujeres, en este caso de la compositora iraní Sussan Deyhim.
También en "Éxtasis" (1999), Shirin Neshat utiliza la doble proyección en paredes opuestas para posicionar al espectador entre dos mundos. En esta obra, simbólica más que narrativa, la artista emplea con maestría su talento tanto lírico como formal para hablar, una vez mas, de la polaridad y de la segregación entre los sexos en el mundo islámico. Pero, también una vez más, nos muestra a mujeres fuertes y activas que no se resignan a convertirse en víctimas.
Mantener esta postura es tanto más difícil cuanta más presión y opresión se sufre. "La última palabra" (2003) es una reflexión sobre la censura, sobre la violencia inherente a ésta y sobre la imposibilidad de comunicación entre dos mundos, esta vez no sólo opuestos sino enfrentados: el de la burocracia política y el de la creación artística. La fuerte carga emocional de la obra se debe tanto al hecho de que está basada en una experiencia personal de la artista como a su familiaridad con la situación de numerosos escritores y escritoras iraníes, encarcelados tanto bajo el régimen de Shah como en la República Islámica de Irán.
Una de estas escritoras es Shahrnush Parsipur, en cuyo libro "Mujeres sin hombres" se basará el primer largometraje de Shirin Neshat, compuesto por las historias de cinco mujeres; "Zarin" (2005) forma parte de este proyecto. El problema al que se enfrenta su protagonista es consecuencia de los tabúes sexuales impuestos por la religión. Ella, como todas las mujeres presentes en la obra de la artista, intenta escapar del mundo que conoce y construir uno nuevo, seguro y libre a la vez. También aquíShirin Neshat nos muestra que en todas la culturas la imaginación puede aliviar, y a veces hasta vencer, la opresión.
Shirin Neshat. "La última palabra", primera exposición individual de la artista en España se puede ver hasta el 4 de diciembre en el MUSAC (León) y de mayo a julio de 2006 en el CAAM (Las Palmas).
En 1974, a los 17 años, Shirin Neshat partió de Irán para estudiar arte en Estados Unidos. Debido a la Revolución Islámica de 1979, no pudo volver a su país natal hasta 1990. Los cambios que se habían producido allí le causaron un fuerte impacto y la inspiraron a retomar su carrera artística. Con "Mujeres de Alá" (1994-1997), una serie de fotografias en blanco y negro que retan los prejuicios de Occidente sobre la mujer islámica, logró el reconocimiento casi inmediato del mundo artístico.
Aunque la voluntad de Shirin Neshat de dar voz a la mujer islámica en general y a las mujeres iraníes, en especial, está presente en toda su obra, en pocos trabajos es tan obvia como en "Turbulent" (1998). Se trata de una de las primeras obras de la artista realizada en cine y desde una postura más bien crítica hacia las consecuencias de la Revolución Islámica. En dos paredes opuestas vemos dos mundos opuestos, el de los hombres que pueden disfrutar de la música, y el de las mujeres a quienes se les priva de esta experiencia.
Las intenciones de la artista, sin embargo, van mas allá de la crítica política: también quiere reivindicar el gran potencial creativo de las mujeres, en este caso de la compositora iraní Sussan Deyhim.
También en "Éxtasis" (1999), Shirin Neshat utiliza la doble proyección en paredes opuestas para posicionar al espectador entre dos mundos. En esta obra, simbólica más que narrativa, la artista emplea con maestría su talento tanto lírico como formal para hablar, una vez mas, de la polaridad y de la segregación entre los sexos en el mundo islámico. Pero, también una vez más, nos muestra a mujeres fuertes y activas que no se resignan a convertirse en víctimas.
Mantener esta postura es tanto más difícil cuanta más presión y opresión se sufre. "La última palabra" (2003) es una reflexión sobre la censura, sobre la violencia inherente a ésta y sobre la imposibilidad de comunicación entre dos mundos, esta vez no sólo opuestos sino enfrentados: el de la burocracia política y el de la creación artística. La fuerte carga emocional de la obra se debe tanto al hecho de que está basada en una experiencia personal de la artista como a su familiaridad con la situación de numerosos escritores y escritoras iraníes, encarcelados tanto bajo el régimen de Shah como en la República Islámica de Irán.
Una de estas escritoras es Shahrnush Parsipur, en cuyo libro "Mujeres sin hombres" se basará el primer largometraje de Shirin Neshat, compuesto por las historias de cinco mujeres; "Zarin" (2005) forma parte de este proyecto. El problema al que se enfrenta su protagonista es consecuencia de los tabúes sexuales impuestos por la religión. Ella, como todas las mujeres presentes en la obra de la artista, intenta escapar del mundo que conoce y construir uno nuevo, seguro y libre a la vez. También aquíShirin Neshat nos muestra que en todas la culturas la imaginación puede aliviar, y a veces hasta vencer, la opresión.
Shirin Neshat. "La última palabra", primera exposición individual de la artista en España se puede ver hasta el 4 de diciembre en el MUSAC (León) y de mayo a julio de 2006 en el CAAM (Las Palmas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario