Las imágenes tuvieron miles de visitas y provocaron la indignación de los internautas contra los padres, quienes justifican su comportamiento por la "extrema necesidad de fortalecer el carácter de su hijo y su salud".
Las imágenes permiten apreciar cómo el pequeño llora en varias ocasiones, mientras corre por las aceras nevadas, rogando a sus padres que lo alcen. Ellos hacen oídos sordos a sus súplicas y lo animan a seguir e incluso a acostarse sobre la nieve.
"Yo me opongo a esto. Es necesario que los niños tengan una infancia feliz", afirma un internauta que condena la actitud de estos "padres terribles", que recibieron críticas duras y muy numerosas.
El padre del pequeño, un empresario de Nanjing (este de China), viajó con su familia a Nueva York el mes pasado para celebrar la llegada del nuevo año lunar, según declaró el señor Xin, uno de sus empleados.
De acuerdo con este trabajador, el niño nació prematuro y desde muy pequeño fue sometido a un duro entrenamiento para fortalecer su salud. "Cuando tenía un año, comenzó a nadar en agua con una temperatura de 21°, relató el Sr. Xin, quien señaló que el niño estaba de acuerdo con la carrera en la nieve. "Antes él había realizado media hora de calentamiento", añadió.
Este caso reabre el debate que tuvo lugar en la universidad norteamericana de Yale, donde una profesora defendió la superioridad de la educación "con características chinas" y alabó las virtudes de la coerción.
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