“Si la sociedad es capaz de darse unos lineamientos éticos superiores, e instaura la mirada de un OTRO (humano o animal) como un ser digno de respeto, portador de valores inherentes; no podemos quedarnos tan tranquilos cuando las violaciones a los derechos de uno y otro conglomerado saturan los telediarios y el acontecer nacional e internacional. Evidentemente es chocante la violación de los derechos humanos a gran escala -como las masacres en guerras civiles o el exterminio del enemigo político en las dictaduras-, pero eso es tan terrible como la masacre sistemática y que a diario -y en el más absoluto secreto y anonimato- viven día a día los animales en las granjas de explotación lechera, cárnica, en los mataderos, circos y laboratorios del mundo.
Para conmemorar el día del animal queremos compartir algunos lineamientos de la filosofía utilitarista de Peter Singer quien ejerció una influencia decisiva sobre el trato ético a los animales.
La ética de Peter Singer está fundada en el “Principio de igualdad” que según el filósofo, no se trata de darle un tratamiento idéntico a todos los seres vivos, sino una misma consideración de los intereses de todos los seres. Singer explica que la consideración igual con los diferentes seres puede conducir a un tratamiento diferente. Lo que importa es que los seres humanos (sean negros, blancos, hombres, mujeres, etc) y Nohumanos tengan sus intereses igualmente considerados, independientemente de su apariencia.
El autor mencionado considera “Especismo”, en analogía al racismo toda “…actitud a favor de los intereses de una especie en detrimento de los miembros de otras especies”. Por esa razón los seres humanos no deben asociar la defensa de intereses de los animales a las consecuencias benéficas que tal consideración pueda traer para la especie humana, porque los intereses de los animales merecen consideración por si mismos.
Singer afirma que la capacidad de sufrimiento y alegría es suficiente para que podamos afirmar que un ser tiene intereses, EL INTERÉS DE NO SUFRIR. Así se descarta que la capacidad de utilizar el habla sea relevante para definir la forma de cómo debe ser tratado un ser.
Otro punto a ser resaltado es que Peter Singer no defiende la existencia de derechos de los animales. Esto es así porque para que tales derechos fuesen asegurados, sería necesario que algún ser humano lo reclamase. Singer propone la defensa de los deberes que los seres humanos debieran tener en relación a los animales: deber de no injuriarlos, deber de dar asistencia a los animales minusválidos, etc).
Para Singer los seres que tienen capacidad de sufrir o de experimentar alegría son seres sensibles y por lo tanto, merecen tener sus intereses protegidos, independientemente de la especie a la cual pertenezcan. Y así en uno de sus libros expresa “si un ser sufre, no puede haber justificación moral para despreciar ese sufrimiento o para negarse a considerarlo en la misma forma que otro ser.”
El filósofo da dos indicadores de la capacidad de sufrir o de sentir dolor. El del comportamiento del Ser- que se contrae, grita, intenta huir frente a aquello que le provoca dolor, semejante al sistema nervioso de los humanos. De acuerdo con Singer, a medida que en que disminuye en la escala de evolución de los seres vivos, disminuye la fuerza de las pruebas de existencia de capacidad para sentir dolor.
En la obra Liberación Animal, otorga evidente preocupación en afirmar que incluso los crustáceos, como las langostas, cangrejos y camarones a pesar de tener sistemas nerviosos diferentes de los humanos poseen órganos sensoriales complejos. Por eso Singer concluye que, existiendo la duda sobre la capacidad que estos animales de sentir dolor, se debe otorgarles el beneficio de la duda.
Singer, sin embargo, considera que igualmente en el caso de las ostras no es fácil definir si es capaz de sentir dolor.
De acuerdo con el filósofo, Persona sería todo ser racional y auto consciente.
Un ser auto conciente y por ende persona es aquel que tiene conciencia de si como entidad distinta, con un pasado y un futuro o sea un ser capas de tener deseos relativos a su propio futuro. Por esta razón, quitarle la vida de esas personas sin su consentimiento significa frustrar su futuro. Singer afirma que el comportamiento de muchos animales utilizados en experimentos científicos tiene memoria del pasado, expectativas en relación al futuro, consciencia de si, articulan intenciones y actúan a fin de concretizarlas. Singer incluye en la categoría de personas (tal como el las define) a los chimpancés, gorilas y orangutanes y afirma que podrían incluirse en esta categoría a las ballenas, a los delfines, monos menores, perros, gatos, puercos, focas, vacas, toros, etc, llegando incluso a considerar a todos los mamíferos en esa relación, dependiendo hasta donde se quiera extender el beneficio de la duda en los casos donde ella exista.
Así, Singer concluye que: “…si la vida humana tiene un valor especial o un derecho especial a ser protegida, en la medida en que los seres humanos son personas. Si algunos animales tienen similares características que algunas personas (por lo menos aquella de sentir dolor), sus vidas deben tener el mismo valor especial o el mismo derecho a la protección.”
Mariana Salvador
Miembro de la Comisión Directiva del Ce.Pro.Nat
BIBLIOGRAFÍA:
- SINGER, Meter. Ética Práctica. San Pablo: Martins Fontes.1994
- SINGER, Meter. Liberación Animal. Vía Óptima. 2000.
- DIAS, Etna Cardozo: La Tutela jurídica de los animales.
Belo Horizonte. Mandamentos.2000.
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