viernes, 17 de diciembre de 2010

¿Necesitamos una nueva espiritualidad?

“Debajo de toda la materia debemos asumir la existencia de una mente consciente e inteligente. Esta mente es la matriz de toda la materia." M. Planck, padre de la Teoría del Quántum


“Si un Gurú da iniciación, él debe asumir la responsabilidad por los pecados y sufrimientos del discípulo.” Sri Ramakrishna


“Cada vez que te diriges a Mi, te diriges a El
“Cada vez que Me desprecias, Lo desprecias
"Cada vez que Lo Amas, Me Amas”


La civilización tal como la conocemos ha llegado a sus límites expansivos y carece de respuestas para los desafíos de la Nueva Humanidad; actualmente percibimos una enorme resistencia al cambio, que algunos describen como las fuerzas de la oscuridad, que en realidad no son más que nuestros propios condicionamientos colectivos manifestándose como una lucha entre polaridades sosteniendo un viejo estado de cosas por un lado y la falta de valentía para dar los pasos necesarios hacia una profunda y revolucionaria transformación por el otro.


Para casi todas las personas sensibles es obvio que la economía, la política, la medicina convencional y la religión tienen muy poco que decir y pertenecen a un status quo que por su propia naturaleza procura mantener la realidad tal como hasta hoy se manifiesta evidente para las masas, y cualquier gesto, por más bien intencionado que sea, implica, en el mejor de los casos, una desaceleración de la inevitable evolución.


Incluso aquello que ha dado en llamarse la nueva espiritualidad se sostiene sobre viejos cimientos que confunden el amor a un maestro con fanatismo; lo que se llama espiritualidad aún se rige por principios y caminos estrechos… mi camino espiritual y tu camino espiritual… mientras permanecemos muy separados sosteniendo una actitud políticamente correcta convencidos de que “mi verdad” es la que va a salvar al mundo. Nuestra aceptación del otro es política, relativa, y no basada en el Amor Incondicional.


Desde un punto de vista, acabar con la espiritualidad tal como la conocemos es nuestra liberación… o a sacralizar lo profano… o a “profanizar” lo sagrado; ¿porqué no podemos adorar a Dios mientras nos divertimos en una discoteca, hacemos el amor o tomamos un jugo de naranja?… ¿porque aún hay tantos millones de personas que sienten que ir a adorar a Dios a un templo tiene que ser un sacrificio en el sentido corriente de la palabra?


¿Porqué los jóvenes no son espirituales? ¡Porque es aburrido! Porque con esos principios morales vacíos han creado toda la inmoralidad en este mundo y no se sienten cómplices de tanta miseria. Porque sus mentes aún no están corrompidas por tanta estupidez. Porque las supersticiones de lo que llaman espiritualidad requieren un largo proceso de domesticación que solo encuentran eco en una mente dormida por tantos años de golpes, acumulación de conocimientos y creencias absurdas con las cuales hemos identificado nuestro ego.


¿Porque los viejos se vuelven espirituales? ¡Porque ya están enfermos! Porque son tan envidiosos que la espiritualidad constituye una buena herramienta para poner obstáculos al instinto natural de liberación que tienen los jóvenes… Y han logrado lo que se proponen cuando un joven ingresa a la carrera consumista, empieza a pagar impuestos y el seguro de vida, se siente frustrado y anula su “peligrosidad” cuestionadora con drogas, medicinas y alcohol.


La espiritualidad está llena de policías y burócratas que te estarán diciendo lo que está bien y lo que está mal a cada paso… ¡Te amenazarán con terribles desgracias si sigues acumulando semejante karma!; te pedirán tus credenciales e incluso te harán creer que no puedes despertar tu divinidad si no has obtenido las bendiciones de un Gurú. Honestamente debo decir que hay miles de personas que han viajado veinte veces al Tibet, a la India, han conocido maestros impresionantes, y sin embargo el peso del pasado con sus inquisiciones y crucifixiones, sigue actuando a través de ellos poniendo límites, muros y frenos al proceso evolutivo que puja por nacer y que busca el cauce de una auténtica liberación.


¡Quiero invitarte a una fiesta! Y esta es una fiesta a la que están invitados católicos, judíos, musulmanes, budistas… Todos los grandes maestros que ha dado la humanidad en estos tiempos: Sai Baba, Ramtha, Bhagaván, Osho,… ¡y todos sus discípulos! Los krishna ponen la comida… yo me encargo del DJ… En esta fiesta nos vamos a divertir hasta que el Amor del Jesús de la Gloria despierte en todos los corazones y realmente nos demos cuenta que estamos en el mismo barco… hasta que las “guerras espirituales” pierdan sentido… hasta que puedas transitar cualquier camino con la misma devoción… hasta que ames a Buda tanto como a Mahoma (o al revés)… hasta que no haya otra cosa que Amor pulsando en cada una de tus células… hasta que la Unidad sea una experiencia profunda y no una bonita palabra… ¡Hasta que no quede espiritualidad! ¡Hasta que no haya otra cosa que espiritualidad! ¡Hasta que te reconozcas Dios!Esania

2 comentarios:

  1. Personalmente, creo que se han confundido mucho los valores espirituales. En este mundo tan turbio hay que escuchar al corazon y esa es la unica manera de acercarnos a Dios

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  2. Hola amiguita!!!
    Tienes un regalito personalizado en mi blog
    http://elcieloenloalto.blogspot.com/
    cuando puedas pasa a buscarlo!!!
    Besitos y buen finde!!!
    Roos

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