Exceso en el consumo: las fiestas navideñas y fin de año. Llega la Navidad el planeta tiembla ante la perspectiva de toda la basura que se acumulará en su perjuicio. El ambiente, un año más, se quejará. Creyentes, ateos, agnósticos se largan en diciembre desenfrenadamente a buscar la felicidad en el mercado. “Si no compro, si no regalo, no soy feliz”. La abundancia y exceso de regalos y en las comidas y bebidas tiene como resultado montañas de basura. Un sin fin de derroches y actividades, adornados con bombillas de colores que afectarán al ambiente y que no podemos permitirnos si queremos “salvar el planeta” como dicen las consignas ecologistas.
Disminuir los excesos es un deber: Por esto abogamos para que en las negociaciones de cambio climático se tenga muy en cuenta la cuestión del consumismo directo responsable del exceso de generación de basura y de la degradación de nuestro planeta.
Recordemos:
“No hay naturaleza capaz de alimentar a un Shopping del tamaño del planeta”.
Eduardo Galeano
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