domingo, 8 de septiembre de 2013

Gallina que pone huevos azules se hace 


famosa

La denominada gallina mapuche es un acertijo para la ciencia. Es típica de Chile pero no la llevaron los españoles y la genética dice que tampoco se habría originado en China, otra de sus procedencias posibles. 

En Inglaterra el Club de la Gallina Araucana (ahora conocida como mapuche) tiene 300 miembros, y en EE.UU., también suma una buena cantidad de seguidores. En estos clubes, sus seguidores las crían para exhibición.
El Mercurio/GDA
Sin embargo, en Chile esta especie de ave de corral hasta hace una década era muy poco conocida, pese a su sello distintivo: pone huevos de tonos azules.
El llamar a esta ave "gallina mapuche" no es un capricho. La primera vez que se supo de ella fue durante el siglo XIX cuando algunos visitantes se dieron cuenta de que las gallinas que criaban los mapuches ponían huevos azulados.
La primera suposición fue que habían sido traídas por los españoles o los piratas holandeses y luego adaptadas por los habitantes originarios de la zona.
El color de los huevos pronto llamó la atención de expertos avicultores internacionales y hacia los años 30 varios ejemplares de ave viajaron a Europa y EE.UU., donde se multiplicaron y hoy son una atracción.
Tan famosas son, que la revista PLOS One recién publicó un estudio de la Universidad de Nottingham en colaboración con la Universidad Católica, que identificó la razón genética detrás de esa extraña coloración. Así, encontraron la localización exacta de la mutación: un antiguo e inofensivo retrovirus de la gallina doméstica.
"Su presencia gatillaba una acumulación en la cáscara del huevo de un pigmento de la bilis verde azulado llamado biliverdina", explica José Antonio Alcalde, académico de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Chile, quien les mandó a los investigadores británicos muestras de la sangre de las gallinas locales.

Un pasado precolombino

A las gallinas mapuches, aparte de sus huevos azules o verdosos, se las identifica porque no tienen cola y les salen plumas desde los oídos, formando algo parecido a aretes.
Una investigación complementaria llegó a insinuar que habían procedido de la Polinesia. Pero el estudio no era lo suficientemente amplio. Luego se determinó como posibilidad que la gallina araucana pudiera venir de China, ya que allí existe otra especie, la Dongxiang, con plumas negras y que también produce huevos azules.
Pero la pista china acaba de llegar a un callejón sin salida con el estudio de la Universidad de Nottingham. Resultó que la forma en que se ubica la mutación responsable de la coloración es distinta entre ambas gallinas. Es decir, las especies no están emparentadas.
El misterio sigue abierto y se vuelve más interesante porque su presencia en Chile podría ser mucho más remota. 

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