viernes, 7 de septiembre de 2012

Violencia sexual: problema endémico


Dinys Luciano

Para Luciano, las leyes que protejen a la mujer se implementan de modo limitado.

La violencia sexual es uno de los problemas más graves de salud pública y de derechos humanos en Latinoamérica, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Los problemas tienen como víctima principal a las mujeres e incluyen casos de prostitución forzada, acoso sexual, violaciones y relaciones sexuales bajo coacción en el matrimonio.

Dinys Luciano, asesora de la Unidad de Género y Salud, de la OPS, la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), habló con BBC Mundo sobre la violencia sexual y el panorama en Latinoamérica.

¿Qué tipos de actos son considerados como violencia sexual?

Incluye una diversidad de actos, como las relaciones sexuales bajo coacción en el matrimonio y en las citas, las violaciones por parte de extraños, las violaciones sistemáticas durante los conflictos armados, el acoso sexual, los abusos sexuales de menores, la prostitución forzada y la trata de personas, los actos violentos contra la integridad sexual de las mujeres como la mutilación genital y las inspecciones obligatorias de virginidad.
Mujer maltratada

¿Cuál es la situación en América Latina en relación a la violencia sexual ejercida contra mujeres?

La violencia sexual contra las mujeres en América Latina es uno de los problemas más graves de salud pública y derechos humanos en la región.

Estudios de la OPS/OMS muestran que más del 36% de las chicas y el 29% de chicos han sufrido abuso sexual infantil.

Más del 36% de las chicas y el 29% de chicos han sufrido abuso sexual infantil en Latinoamérica

Una significativa proporción de mujeres jóvenes dijeron que su primer contacto sexual se produjo bajo coerción y hasta una tercera parte de las adolescentes ha sufrido una iniciación sexual forzada.

Según estos mismos datos, en algunos países, casi una de cada cuatro mujeres casadas confesó haber sido víctima de violencia sexual por parte de su pareja.

A esto se suma el tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, que es otro factor de la propagación del VIH/SIDA.

A escala mundial, Colombia es el tercer país de origen en cuanto a tráfico de mujeres.

Aproximadamente, 35.000 mujeres salen de Colombia al año, a través de Ecuador, para escapar de la violencia en su propio país, y allí las reclutan para que trabajen como prostitutas en Asia y Europa.

Mientras que se estima que más de 50.000 mujeres de República Dominicana están trabajando en el exterior en la prostitución.

¿Cuáles son las secuelas que pude provocar la violencia sexual contra mujeres?

Efectos no mortales de la violencia sexual

Físicos: lesiones, alteraciones funcionales, obesidad severa, discapacidad permanente.

Trastornos crónicos: intestino irritable, trastornos gastrointestinales, mialgia.

Salud mental: estrés postraumático, depresión, angustia, fobias, trastornos de la alimentación, problemas sexuales, baja autoestima.

Comportamientos negativos para la salud: tabaquismo, abuso de alcohol y drogas.

Salud reproductiva: embarazos no deseados, ITS/VIH, trastornos ginecológicos, abortos, etc.

La violencia sexual reduce el poder personal y grupal en función de habilidades, capacidades, necesidades e intereses, impactando negativamente en la capacidad de las mujeres para evaluar sus opciones de vida y sus posibilidades de elegir, así como en la capacidad de tener control y poder sobre su propia vida y los recursos.

¿Por qué la violencia contra la mujer es también un problema de salud?

La violencia sexual en la salud de las mujeres tiene consecuencias importantes que comprometen el bienestar, la integridad y la vida de sus víctimas.

Puede tener efectos mortales como el homicidio, suicidio, mortalidad maternal, así como efectos relacionados con el SIDA.

Qué pueden hacer las mujeres que viven situaciones de violencia sexual, en especial, aquellas que lo viven dentro de la pareja?

Las víctimas de violencia deben buscar la protección de su familia y organismos especializados.

Aunque el silencio y la reticencia de las mujeres sobrevivientes de violencia sexual, particularmente, aquellas que la viven dentro de la pareja es sólo una forma de defenderse, es necesario que busquen apoyo.

La posibilidad de romper el silencio, y hablar sin censura es fundamental para enfrentar el problema.

Las mujeres víctimas de violencia sexual deben buscar la protección de su familia, de redes naturales de sostén, de la policía o de la administración de justicia. También deben buscar ayuda emocional especializada para trabajar en las distintas secuelas generadas por la violencia sexual.

¿Hay una clara voluntad de los gobiernos latinoamericanos de luchar contra la violencia sexual contra la mujer?

La Convención Interamericana sobre la Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres obliga a los gobiernos a implementar y dar seguimiento a leyes y políticas para sancionar la violencia contra las mujeres.

Las mujeres víctimas de violencia sexual deben buscar la protección de su familia, de redes naturales de sostén, de la policía o de la administración de justicia.

Actualmente la mayoría de los países de la región han ratificado esta convención y cuentan con leyes sobre la violencia sexual.

Pero a pesar de estos avances en el diseño de políticas, existen limitaciones en relación en relación a los presupuestos que les asignan y con los contenidos y la implementación de las leyes.

Por ejemplo, algunas legislaciones no tipifican determinados delitos como la violación conyugal, ni el acoso sexual y las sobrevivientes enfrentan serios problemas de acceso a la justicia, debido a la cobertura de la protección que se les ofrece, la falta de patrocinio jurídico gratuito y limitados servicios especializados con asesoramiento psicológico, médico y legal para las sobrevivientes.

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