Cómo es la peligrosa droga que llevó al "caníbal" de Miami a la locura
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El caso todavía horroriza al mundo. Ruby Eugene tuvo que ser asesinado por un policía que lo encontró debajo de una autopista, desnudo en pleno día, comiendo el rostro de un indigente.
Mientras para cualquiera la estupefacción aparece como la única respuesta posible ante un episodio de estas características, Ryan está lejos de sorprenderse. Todo indica que Eugene actuó bajo el efecto del ivory wave, sustancia que frecuentemente provoca reacciones de ese extremo.
"Recientemente se registró un caso en el que un hombre intentó remover el radar de un auto de policía con los dientes. Muchas de estas personas (como el caníbal), por alguna extraña razón, son encontradas totalmente desnudas, y no sabemos si tiene que ver con los efectos psicóticos que generan las drogas o se relaciona con que sus propiedades estimulantes hacen subir la temperatura del cuerpo", le contó a Infobae América el médico estadounidense.
"Se registraron síntomas realmente extraños. Gente que en sus casas tomaba una pistola y le disparaba a la pared porque creía escuchar voces que salían de adentro de los muros. O casos en los que consumidores lastimaron a sus parientes creyendo que ellos querían dañarlos. También hubo varios suicidios y asesinatos relacionados con el uso de estos productos", agregó.
El ivory wave entró en circulación a mediados de 2010 y, desde ese momento, su consumo no paró de crecer, principalmente en Estados Unidos y en algunos países europeos. Se aspira o se consume por vía oral. La mefradona es un claro antecedente, aunque por los terribles efectos que causa en el organismo y en la conducta fue rápidamente prohibida.
Sin embargo, el ivory wave, que todavía es legal en la mayor parte del mundo, parece provocar alteraciones aún más drásticas, si bien todavía no pudo ser estudiado en profundidad.
Efectos que produce el consumo
El exceso que se verificó en el caso del caníbal puede enmarcarse en la gama de resultados que genera la droga. "Tiene propiedades estimulantes, que incrementan el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, y alucinógenas. La gente que lo consume puede ver y escuchar cosas, o encontrarse con personas que no están realmente allí y observar todo de una manera muy extraña. Pueden tener efectos disociativos, por los cuales el sujeto se siente fuera de su cuerpo. Muchos de los que lo probaron experimentaron una paranoia extrema. Sentían que la gente que estaba a su alrededor, incluso seres queridos, pretendían lastimarlos", comentó Ryan.
Así se pueden entender muchas de las exacerbadas reacciones del caníbal. Por ejemplo, que ni se inmutara cuando el policía le disparó en la pierna con la intención de evitar que asesinara a su víctima. "Vimos ese tipo de comportamientos con otras drogas también. En casos de intoxicación extrema, las funciones del cuerpo no responden normalmente, como la posibilidad de experimentar dolor o tener otras sensaciones. En esos casos, a una persona se le puede romper un hueso sin que lo sienta y puede actuar como si nada le hubiera ocurrido".
Ahora, ¿cómo explicar algo tan insoportable como la antropofagia? "La psicosis es algo realmente extraño, que se manifiesta de manera muy diferente según el individuo. No se puede predecir cuál será la reacción que se producirá en alguien. Lo que sí sabemos es que casi siempre son comportamientos extremadamente chocantes. Si bien el caso (del caníbal) fue particularmente grotesco, no es muy distinto de otros que ya vimos", explica Ryan.
Composición, producción y distribución
"Contiene –sostuvo Ryan– derivados químicos sintéticos de la catinona, que es una sustancia que se encuentra en una planta llamada khat o catha edulis, según el nombre técnico. Crece mayormente en África Occidental y en sus efectos es similar a la hoja de coca".
"No creemos que estas drogas sean producidas en Estados Unidos, al menos no a gran escala. Por lo que pudimos determinar con la ayuda de la aduana y del Departamento de Estado, muchos de estos productos son fabricados en China. Los principales compuestos químicos, como MDPV (methylenedioxypyrovalerone), metadona, mefedrona, catinona, son enviados desde otros países, y luego empaquetados en Estados Unidos", aseguró.
Otra de las particularidades del ivory wabe, que lo diferencia de otras drogas, es que se vende como sales de baño. Hasta tiene un sitio web propio en el que la comercializan y la reparten a todo el mundo, presentándola como productos para darse un baño relajante (vea las fotos). "Son distribuidos en pequeños paquetes (como los de las sales de baño), en tabletas o incluso en cápsulas, y etiquetadas como no aptas para consumo humano. Así buscan sortear las barreras legales contra el tráfico de drogas", afirmó Ryan.
Estadísticas
En todos los estados de la unión se viene detectando un uso creciente de ivory wave. Mientras que en 2010 se reportaron en todo el país 360 casos, en los primeros meses de 2011 (hasta donde llegan los datos oficiales) ya había 700 casos más. Con el agravante de que esto es solamente lo que pudo verificar la American Association of Poison Control Centers (Asociación Americana de Centros de Control de Envenenamiento), pero sólo es registrable un número pequeño de casos, en los que interviene la policía o los propios afectados concurren a hospitales para tratarse. En el resto, el consumo que no termina en episodios tan monstruosos como el de Miami pasa desapercibido para las estadísticas.
Marco legal
"Recién ahora algunos estados están estableciendo prohibiciones a la venta de estos productos. Por ejemplo, Luisiana fue el primero en prohibirla y establecer penas similares a las del tráfico de heroína. Otros regularon, pero en menor grado, entonces las penas son demasiado leves. El Estado Federal prohibió algunas de estas drogas, pero no todas las que hemos visto", comentó Ryan.
Más allá de las posturas contradictorias respecto de la mejor estrategia para combatir el narcotráfico, el dato de que en un país tan prohibicionista como Estados Unidos esté permitida la comercialización de una droga tan nociva, muestra lo difícil que es actuar contra estas nuevas sustancias que aparecen continuamente.
"Ocurre que primero tienen que aparecer varios casos en los que se verifiquen comportamientos muy violentos, para que recién entonces comience un proceso burocrático que puede demorar mucho tiempo en regular por ley estas drogas. Pero después de que estos casos extremos se hicieran notorios, es probable que muchos estados comiencen a tomar medidas", aseguró Ryan.
"Es un problema que no se va a solucionar de un día para el otro. Vamos a tener que convivir con él por un tiempo, por eso tenemos que ser vigilantes para estar atentos al surgimiento de nuevas drogas", concluyó.
Es evidente la inmensa dificultad que supone controlar mínimamente el problema del narcotráfico y del consumo desenfrenado de tóxicos. El ivory wabe es sólo uno más de estos productos con los que grupos mafiosos se llenan de dinero. Tal vez aún más nocivo que los creados anteriormente, pero seguro menos que otros que vendrán, cuya fabricación parece inevitable. Por eso es difícil que dé buenos resultados una estrategia anti-narcóticos que sólo se ocupe de la producción y el comercio de las drogas, y obvie el contexto social en el que son consumidas. Además de preguntarse cómo y dónde se hacen y se reparten los estupefacientes, habría que preguntarse por qué crece el número de los que no pueden evitar consumirlos.