jueves, 29 de agosto de 2013

TURISMO Y ANIMALES PASEOS EN ELEFANTES

Paseos en elefantes
Los paseos en elefante tienen una comprensible atracción ya que ofrecen una oportunidad única para acercarse a los animales terrestres más grandes del mundo. Cada vez son más los elefantes capturados de la naturaleza para estas actividades turísticas que hasta ahora tenían lugar principalmente en Asia pero que se han extendido también a África. Muchas de estas capturas se realizan a una temprana edad, normalmente tras matar a sus madres, antes de entrenar a los animales durante años a través de métodos abusivos. Deberíamos conocer la crueldad que hay detrás de éstos antes de tomar una decisión informada.

La vida limitada de los elefantes en cautiverio contrasta fuertemente con la de aquellos que pueden vivir en su estado salvaje, que caminan 30 kilómetros al día y establecen fuertes vínculos entre ellos que duran toda la vida. Debido a los entornos antinaturales en que viven, los elefantes en cautiverio a menudo sufren de problemas debilitantes en sus delicados pies, artritis y otras dolencias.

Al contrario de lo que podría parecer, los elefantes no están diseñados para soportar grandes pesos sobre sus lomos, de hecho cualquier carga de más de 150 kg supone una presión inmensa sobre sus columnas. Y las sillas de madera o hierro que suelen usarse para los paseos ya pesan considerablemente. Asimismo, los rudimentarios métodos de fijación, normalmente gruesas cuerdas, a menudo provocan dolorosas llagas a los animales.
 
Muchas empresas de trekkings con elefantes hacen trabajar en exceso a sus animales, sin ofrecerles suficiente descanso, sin enriquecer sus vidas y sin permitirles llevar a cabo comportamientos naturales ni soltarlos de sus pesadas cadenas. Un elefante sano estaría en constante movimiento, agitan sus orejas para refrescarse y apartan las moscas con sus colas. Si un elefante se encuentra quieto, es una señal de que no goza de buena salud.
Los elefantes que pasan horas encadenados y que no pueden moverse libremente, muestran comportamientos estereotipados, como balancearse de un lado a otro, de delante a atrás y a veces moviendo sus piernas de manera angustiante. Estos movimientos reflejan un estrés, aburrimiento y falta de enriquecimiento profundo en sus vidas.

ENTRENAMIENTO

Para controlar y someter a estos enormes animales, se les suele privar de comida y agua y de todo contacto social aislándolos, encadenarlos limitándoles todo movimiento, privándoles de sueño y descanso y golpearlos con ganchos metálicos en lugares sensibles -orejas y ojos. 
El Pajaan es una práctica de “adiestramiento” o mal llamada “domesticación” de elefantes que se lleva a cabo en Tailandia desde hace muchos siglos y que desafortunadamente (para los elefantes) ya ha llegado a formar parte de la cultura de este país.
La finalidad de este adiestramiento es la de “romper el alma” de los animales para que se conviertan en seres sumisos y totalmente incapaces de desobedecer a las órdenes de los humanos. Esto se consigue separando a los jóvenes elefantes de sus madres (algo que de por sí ya es muy traumático en estos animales altamente sociales), luego encerrándolos en jaulas donde no pueden ni moverse y golpeándolos durante varios.
Cuanto más se intenta rebelar el animal más golpes recibe. Estos animales nunca serán capaces de olvidar lo que han vivido y después del pajaan siempre tendrán miedo a los hombres y por miedo harán lo que estos les pidan.
Tan sólo en 12 años, en el estado indio de Kerala, han muerto unos 1,000 elefantes durante su "entrenamiento".
Generalmente se utilizan ganchos metálicos para dominar a los elefantes, y en muchas ocasiones se utilizan de manera abusiva y agresiva. Es frecuente ver heridas en la cabeza de los animales y detrás de sus orejas, demostrando que éstos han sido maltratados.

Los elefantes necesitan comer durante 14-18 horas al día (hierbas, bambú o forraje) y beber hasta 100 litros de agua fresca. Asimismo deben disponer de sombra durante las partes más calurosas del día.
 

ACCIDENTES Y OTROS RIEGOS

Algunos elefantes jóvenes son separados a la fuerza de sus manadas familiares en la naturaleza a muy pronta edad usando armas y helicópteros en ocasiones. Capturar un animal joven de la naturaleza, separarlo de su manada y someterlo a un trato abusivo a menudo les provoca daños psicológicos y resulta muy estresante.  Este factor unido a la frustración de los instintos de estos animales en cautividad, hace que sean impredecibles.
Como respuesta a los malos tratos o a causa de un incidente que pueda asustarles o provocarles, los elefantes pueden alborotarse furiosamente. Con su gran tamaño, incluso un pequeño paso en falso puede resultar mortal. . Y los elefantes, son bien conocidos por su prodigiosa memoria, así que es bastante común que se rebelen contra sus adiestradores y los ataquen. Existe un largo historial de accidentes con paseos o espectaculos con elefante, algunos de los cuales pueden consultarse aquí.
El contacto con los elefantes plantea también riesgos de salud por la posible propagación de enfermedades. Los elefantes pueden transmitir enfermedades peligrosas a las personas. El contagio de tuberculosis es frecuente por ejemplo.
Los elefantes no son un objeto de entretenimiento, son animales salvajes que pesan miles de kilos. Actividades como estas no enseñan nada sobre la vida de estos magníficos animales en su hábitat natural.
Afortunadamente también existen asociaciones que protegen y, cuando es posible, rescatan estos animales. En este enlace veréis el caso del rescate de una elefante utilizada para paseos con turistas, entre otras actividades, que sufría una grave cojera debido a un accidente de coche sin tratar durante años por parte de la entidad Wildlife SOS de India.

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