Crimen de muchacha indígena argentina podría ser de odio racial (fiscal)

El fiscal que investiga la muerte de una adolescente indígena, que apareció en el norte de Argentina semidesnuda, atada a un árbol y con signos de haber sido violada, dijo el miércoles que podría tratarse de un "crimen de odio racial".

"En este aberrante hecho no está claro el motivo, pero no descartamos ninguna hipótesis", dijo el fiscal Marcelo Soto y no descartó que "haya sido motivado por discriminacion u odio racial", por ser miembro de la comunidad qom, en declaraciones a medios provinciales.

Juana Gómez, de 15 años, apareció muerta en un cruce de carreteras en la localidad de Quitilipi, en Chaco, una provincia de mayoría de población indígena.

Soto informó que por el hecho un joven de 19 años está detenido e imputado de homicidio agravado, aunque estimó que varias personas habrían participado del crimen.

Según el fiscal, la adolescente fue "abusada sexualmente y golpeada salvajemente. Tenía lesiones en la cara, pérdida de dientes, la calza que vestía atada al cuello y luego fue colgada de un árbol".

La familia de la joven fue recibida en la jornada por el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, junto a la presidenta del Instituto del Aborígen Chaqueño, Andrea Charole, y Elizabeth González del Observatorio de Discriminación y Racismo de Naciones Unidas.

"A los pueblos orginarios no se les respetan los derechos humanos", denunció la diputada nacional de Libres del Sur (centroizquierda) Victoria Donda, en relación al hecho.

El líder de la comunidad qom, Félix Díaz, fue recibido el 20 de junio pasado por el papa Francisco, ante quien denunció las graves violaciones a los derechos humanos que sufre la comunidad.

A comienzos de enero un niño qom de 12 años fue asesinado a garrotazos en Chaco, mientras otro de 16 años, de la misma etnia, perdió la vida en un presunto accidente vial en Formosa (norte), que investiga la policía porque la familia sospecha de un homicidio.

En Argentina viven unos 60.000 qom, la mayoría asentados en las provincias de Formosa y Chaco donde subsisten en paupérrimas condiciones, en algunos casos en precarios ranchos y sin acceso al agua potable.