domingo, 7 de diciembre de 2014

La verdadera influencia de la Luna 


sobre las personas 




La orquestación de las mareas, su papel en el inicio de la vida terrestre y cómo marca el ritmo y hasta la estabilidad del mundo son algunos de los asombrosos poderes reales de la Luna.
Muchas culturas crearon a su alrededor leyendas, como la del hombre lobo. Foto: El Comercio

Se atribuyen a la Luna poderes mágicos y misteriosos, como convertir a un hombre en lobo o hacer que el pelo nos crezca más rápido. Pero más allá de los mitos, el satélite de la Tierra es en verdad único y sí ejerce una extraordinaria influencia sobre el planeta.
El Comercio de Perú 
La orquestación de las mareas, su papel en el inicio de la vida terrestre y cómo marca el ritmo y hasta la estabilidad del mundo son algunos de los asombrosos poderes reales de la Luna.
Como explican las leyes de la física, cuanto más cerca están dos objetos, mayor es la fuerza con la que se atraen entre sí, dice Aderin-Pocock, y eso es lo que ocurre entre nuestro planeta y su satélite.
La Luna tira de los océanos hacia ella y hace que la Tierra se abulte ligeramente: este abultamiento crea las mareas.
Pero las mareas que tenemos se deben a que la Luna está donde está. Si estuviera más cerca, la fuerza sería mayor: las mareas bajas serían más bajas, las altas harían desaparecer las ciudades costeras.

El origen de la vida



Hace 4,5 mil millones de años, un planeta del tamaño de Marte colisionó con la joven Tierra, y el choque lanzó una enorme cantidad de roca líquida alrededor, explica Maggie Aderin-Pocock, científica y presentadora de televisión.
Este hecho creó la Luna y cambió la química básica de nuestro planeta: se formó el llamado caldo de la vida, con hidrógeno, nitrógeno y carbono.
Pero aún pasaron otros 700 millones de años tras aquel impacto: la Tierra se enfrió, se formó una superficie rocosa, el vapor de agua se condensó en los océanos, y la Luna empujó esos océanos.
De acuerdo al químico británico John Sutherland, fue precisamente este reflujo de mareas primitivas el que dio el puntapié inicial a la vida.
Sutherland sugiere que las primeras moléculas orgánicas se crearon a partir de estos químicos naturales, tal como le explicó a la BBC.
Para demostrar su teoría, el científico hizo experimentos en la playa: mezcló aquellos elementos primitivos y los calentó con luz ultravioleta.
Así recreó las condiciones de las charcas que deja la marea al retirarse, que se calientan con la luz del sol. Como resultado, obtuvo elementos de ácido ribonucleico ARN, los bloques esenciales de la vida.
Ciclo vital
Algunos creen que la luna llena nos altera, incluso que en esas noches hay más crímenes, en lo que se ha dado a llamar efecto Transilvania. Sin embargo, esto es algo que la ciencia no ha podido comprobar.
Pero sí es cierto que muchos animales se vuelven más activos, sonoros y fértiles cuando brilla la luna llena.
Los corales tropicales, por ejemplo, sincronizan su ciclo reproductivo y una noche de luna llena desovan todos a la vez. La especie Diploria Strigosa, conocida como coral cerebro, es otro ejemplo.
Cada 29 días, con la luna llena, los corales generan una nueva capa ósea sobre la anterior y este crecimiento está dictado por la órbita mensual de la Luna.

Ritmo y estabilidad



Desde la colisión que creó la Luna, el eje de la Tierra ha estado inclinado, girando a un ángulo constante de 23 grados, lo que permite las variaciones de la luz del sol y las estaciones, la estabilidad del clima y, por lo tanto el ciclo de la vida.
Esta estabilidad depende de la velocidad de rotación del planeta, tal como se puede comprobar haciendo girar una pelota de baloncesto sobre un dedo: cuanto más rápido gira, con mayor estabilidad se mantiene en su eje.
Cuando la Luna se aleje, el eje terrestre se desestabilizará y comenzará a oscilar, tanto, que los polos podrían bajar hasta el Ecuador y el Ecuador ocupar la posición de los polos. Eso volvería al planeta inhabitable tal como lo conocemos ahora. Por eso, dicen los científicos, la Luna es un elemento fundamental para mantener la vida en la Tierra.

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