domingo, 6 de diciembre de 2015

La pirroloquinolina quinona (PQQ) Contra el envejecimiento.



La pirroloquinolina quinona (PQQ) es un nutriente esencial estudiado desde hace diez años, pero disponible comercialmente desde hace solo unos meses. Esta disponibilidad para los complementos nutricionales constituye un avance esencial e ineludible que enriquece considerablemente el arsenal antienvejecimiento. 

¤ La PQQ posee propiedades vitamínicas y antioxidantes, asociadas a funciones reparadoras cognitivas, que le confieren un papel fundamental en el control del proceso de envejecimiento, la protección de las células nerviosas y la estimulación natural de los niveles energéticos vinculados con la concentración y el rendimiento. Las mitocondrias son las centrales energéticas de las células. Las células de las personas jóvenes contienen una gran cantidad de mitocondrias – de 2000 a 2500 por célula - que funcionan a pleno rendimiento. En una persona anciana, las mitocondrias son mucho menos numerosas y funcionan a cámara lenta, por lo que se produce una pérdida de energía enorme, alteraciones cognitivas incesantes y una degradación celular acelerada. Este importante déficit energético está implicado en prácticamente todas las enfermedades degenerativas asociadas al envejecimiento. Determinados nutrientes, como la carnitina, el ácido lipoico, la carnosina, el resveratrol y la coenzima Q10, permiten sin duda mejorar el funcionamiento de las mitocondrias existentes. Pero la PQQ permite aumentar el número de mitocondrias, es decir, facilitar la biogénesis activando los genes que controlan su producción incluso en el interior de las células senescentes. Y esto constituye un avance excepcional y la esperanza de frenar por fin uno de los principales mecanismos del envejecimiento.

¤ Las mitocondrias poseen su propio ADN(m) que es diferente del ADN del núcleo celular ADN(n). El ADN mitocondrial no posee protección proteínica y por eso es mucho más vulnerable a los radicales libres generados en el interior de las mitocondrias. Además, este ADN mitocondrial no tiene la posibilidad de repararse de la misma forma que el ADN nuclear; por ello, su coeficiente de degradación puede ser hasta diez veces mayor. La PQQ protege al ADN mitocondrial de una manera 5000 veces más eficaz que la vitamina C. La PQQ ha demostrado además un importante poder modulador sobre las mitocondrias, por lo que protege tanto su calidad como sus funciones.

¤ La PQQ puede esencialmente, aunque no se limita solo a,:

    • Ralentizar realmente el proceso de envejecimiento, ya que este está íntimamente ligado a la degradación y a la desaparición progresiva de las mitocondrias.
    • Aumentar los niveles de energía indispensables para las células. Las mitocondrias son responsables de la producción de energía y la PQQ hará por tanto que la actividad física sea más eficaz.
    • Mejorar la función cognitiva, puesto que el cerebro utiliza más energía que cualquier otro órgano del cuerpo y depende totalmente del aporte energético que se le suministre. Un estudio reciente, a doble ciego y con placebo, demostró que una dosis diaria de entre 10 y 20 mg de PQQ mejoraba notablemente la memoria a corto plazo, así como las posibilidades de concentración, en los adultos jóvenes en comparación con el grupo control que solo recibía la dosis de placebo.
En la actualidad, la PQQ ha sido objeto de más de 175 estudios publicados, pero solo a partir de 2003 se ha demostrado científicamente su actividad bioquímica fundamental sobre las diferentes funciones orgánicas, lo que demuestra que estas se ralentizan considerablemente en su ausencia. La revista Nature precisaba incluso que: “Sobre la base de las demostraciones de sus funciones moleculares, la PQQ se debería clasificar como una nueva vitamina del grupo B, al mismo nivel que la niacina o la riboflavina”.

¤ La PQQ es soluble en agua, no se acumula y no comporta, incluso en dosis elevadas, fenómenos de intolerancia. Mitochondrial Formula contiene así mismo acetil-L-carnitina y ácido R-lipoico, porque el célebre estudio del Dr. Bruce Ames (profesor emérito de Bioquímica de la Universidad de California, Berkeley) ha demostrado la sinergia de estos dos nutrientes para optimizar el funcionamiento de las mitocondrias (ver su entrevista en NutraNews de mayo de 2010: “Cuando administrábamos ácido R-lipoico combinado con acetil L-carnitina, todas las funciones que observábamos, que se habían reducido con la edad, se recuperaron)". El Dr. Ames demostró la implicación de la disfunción de las mitocondrias en las enfermedades degenerativas, incluidos el declive neurológico. También demostró que la administración conjunta de acetil L-carnitina y de ácido R-lipoico permitía reproducir los efectos de la restricción calórica y restaurar un funcionamiento mitocondrial óptimo en el corazón y en el cerebro al mismo tiempo. El ácido R-alfa-lipoico es la forma natural del ácido lipoico, tal y como se presenta en el organismo. La acetil L-carnitina es el derivado acetilado, mucho más biodisponible, del aminoácido L-carnitina indispensable para la producción de energía en las células. Mitochondrial Formula aporta estos dos nutrientes esenciales, bajo la forma y las proporciones recomendadas por el Dr. Ames.

Mitochondrial Formula aporta la dosis diaria ideal de PQQ (20 mg) para facilitar la biogénesis de nuevas mitocondrias, así como dosis eficaces de los dos nutrientes mejor validados para optimizar el funcionamiento de las mitocondrias existentes. Esta formulación se puede utilizar de manera simultánea (o de forma alterna) con otras sustancias ya conocidas por sus importantes beneficios antiedad, como las que reproducen la restricción calórica (resveratrol oxaloacetato) y los activadores de la telomerasa (cicloastragenol, astragalósido IV). Este arsenal de vanguardia reúne los nutrientes antiedad con mejores resultados.

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